Casi como si fuera uno de los famosos combates de boxeo ganado por Muhammad Ali. Así de caldeado esta el ambiente entre los herederos del histórico púgil que falleció el 3 de junio del 2016. Son nueve los hijos de Ali que se disputan su inmensa fortuna, en una pugna en la que también aparece su viuda, Lonnie Ali. Uno de los bienes más apreciado es la finca que tenía Ali, cuyas obras finalizaron después de su muerte, y que está valorada en 80 millones de dólares.

El problema principal radica en que los nueve hijos (siete chicas y dos varones, que al parecer no se hablan entre sí) consideran que Lonnie, la viuda, se ha quedado con una parte de la fortuna que no le corresponde y que reclaman para ellos. La acusan también de no haberles facilitado la visita a su padre, durante los meses previos a su muerte.

'INTERÉS' POR LA VIUDA

Según parece al poco de morir varios hijos se interesaron por Lonnie, en lo que parecía un 'cariño' destinado a obtener un mayor beneficio de la herencia de Muhammad. Según publica el diario británico 'Daily Mail' ahora, pese a las diferencias, los hermanos trabajan en conjunto para mejorar sus ganancias, cifradas por ahora en unos seis millones de dólares (prácticamente la misma cantidad en euros) por cabeza, pero cuando termine el pleito cada cual irá a lo suyo. Tampoco está al margen de la disputa el hermano del boxeador, Rahman, aunque le corresponde una cantidad mucho menor que a los hijos y a la viuda.

También hubo disgusto en la celebración del funeral de Ali, ya que no se respetó la tradición musulmana ya que púgiles como Mike Tyson llevaron el féretro en vez de los hijos. Uno de los herederos, en declaraciones al diario inglés, asegura que la familia "está liada en una amarga disputa por la fortuna de su padre".