Se quedó huérfano el Barça de Piqué, el líder de la defensa. Caía lesionado el central ante el Manchester City y estará tres semanas de baja. Pero no habían pasado ni 72 horas cuando esa orfandad se hizo todavía más evidente cuando Iniesta, con una lesión en la rodilla derecha que le tendrá entre seis y ocho semanas de baja, abandonó llorando Mestalla. Sin el capitán, que se temió hasta perderse incluso lo que quedaba de temporada, cuando golpeaba desesperado con su mano derecha el césped, Luis Enrique está obligado a refugiarse en el tridente. Aún más. No solo como el punto y final del equipo sino también en la creación, especialmente a cargo de Messi. El faro que no se apaga nunca del Barça. Volvió de su lesión y en ocho días firmó seis goles: uno al Depor, tres al City y dos, con penalti incluido, al Valencia.

«PODÍA HABER SIDO MUCHO PEOR» // La ausencia del capitán, que en el mejor de los casos podría reaparecer el próximo 3 de diciembre ante el Madrid en el clásico del Camp Nou, es estratégica. Redefinido como jugador tras la llegada de Luis Enrique, Iniesta ejercía su rol de siempre (desequilibrio, regate y lectura inteligente del juego) y, al mismo tiempo, el que tenía Xavi. Era, y es, en realidad, el guardián de la esencia del juego azulgrana. Por eso, cuando el capitán se marchaba llorando al vestuario, Luis Enrique saltaba indignado en la banda.

Pocos minutos más tarde, el médico culé ya informaba del alcance de la lesión. No, no era tan grave como creían todos. El diagnóstico inicial fue refrendado después al conocer el resultado de la resonancia magnética. «No es un momento fácil», escribió algo más aliviado el capitán en su cuenta de Twitter. Dolido por la lesión, pero, al mismo tiempo, aliviado. «Serán unas semanas, pero podía haber sido mucho peor», confesó Iniesta, en cuya ausencia, unida a la de Piqué, fuerza al Barcelona a buscar alternativas en su fondo de armario (Denis Suárez, André Gomes, Arda Turan o Rafinha). Pero ninguna, por mucho que la trabaje Luis Enrique, tendrá el impacto idelógico que desprende Iniesta en el campo. «Arriba, capitán, Mucha fuerza, recuperate pronto que te necesitamos», escribió Luis Suárez, el goleador. No son palabras protocolarias. Ni mucho menos. «Fuerza maestro, recupérate pronto», escribió Mascherano. «Capiii.... Ánimo hermano !! Que recuperes pronto, te necessitamos. Fuerza!!», expuso Neymar.

Con la ausencia del manchego, el Barça se verá obligado a jugar de otra forma. Ya se vio en Mestalla, cuando Rakitic y su valiosa polivalencia (jugó hasta en tres posiciones) fue fundamental. H