Miguel Ángel López, al que todos llaman 'Superman', nunca ha estado llamado, ni ahora ni antes, a destacar en una contrarreloj por muy dura que fuera la cuesta inicial a la catedral de Monreale, en la montaña, aireada, en una colina con Palermo a los pies. Había subida hace dos semanas en la Planche des Belles Filles y no solo perdió la tercera posición en el podio de París, sino que fue desplazado hasta la sexta plaza. Un desastre.

Pero este domingo no tomará la salida. Adiós al Giro después de un accidente tan raro como grave cuando ya estaba a punto de terminar la contrarreloj. La verdad no se sabe muy bien lo que le ocurrió pero la imagen fue impactante. Superman, entre que cambiaba de velocidad y de posición sobre el manillar, dejó de sujetar con fuerza la bici justo en el momento en el que se cruzó con un bache. La bici hizo un extraño, trató de mantener un equilibrio imposible y acabó volando e impactando contra las vallas. Permaneció varios minutos tumbado en el suelo hasta que llegó la ambulancia y se lo llevó a un hospital de Palermo.

De este modo, con apenas 15 kilómetros superados, el conjunto del Astana, que estaba llamado a ser una de las escuadras referencia del Giro 2020, se quedó con un corredor menos. Y no uno cualquiera, sino una de las dos figuras con las que había acudido a Italia, aunque él siempre había mantenido que se había apuntado al Giro, no se sabe realmente si con muchas ganas tras el esfuerzo del Tour, para aydar a su compañero danés Jakob Fuglsang.

Y es que el Giro ha empezado torcido para el conjunto kazajo pues en una semana el maldito bicho del covid-19 ha entrado en su burbuja particular. Hasta seis casos han tenido, una preocupación para los organizadores, puesto que se trataba de los primeros contagios entre ciclistas que estaban corriendo que se han producido desde que se reanudó la competición en verano. Con el pie torcido.