El Pisa disputaba un partido de gran tensión contra el Spal, segundo y primer clasificado respectivamente del grupo B de la Lega Pro italiana, con 8 puntos de diferencia. Y su técnico, el exjugador del Milan, Gennaro Gattuso no podía aguantar sus nervios. Se movía sin parar al límite de la área técnica e incluso llega a salir de ella.

En los minutos finales del partido, en el que el Pisa ganaba por 2-1 recortando así la distancia del líder a 5 puntos, Gattuso se dió la vuelta para pedirle a su asistente el cronómetro para comprobar cada segundo que le quedaba al partido para su finalización y de repente le propinó un enorme guantazo. El asistente ni se immutó, quizá también conocedor del mal genio de su compañero.

Finalmente acabó el partido y al volverse a girar Gattuso, el asistente ya no se fió y dio un respingo, pero el técnico pasó por su lado como si nada y él le dió dos golpes en el pecho como si nada hubiera pasado.