Manu Trigueros vive un momento muy especial. Tanto, que la inmensa mayoría de los aficionados del Villarreal no entienden cómo el centrocampista de 25 años entrenará mañana con su equipo en la Ciudad Deportiva y no lo está haciendo ya en Las Rozas, en la concentración de la selección española absoluta. Julen Lopetegui, el nuevo responsable de la Roja, habrá tomado buena nota de las actuaciones del talaverano en este primer tercio de la temporada y, seguramente, esperará el momento oportuno para dar la alternativa al que, hoy por hoy, es uno de los jugadores de moda en el fútbol español.

Hoy por hoy, poco queda de aquel Trigueros que se movía en posiciones más cercanas a la banda que en la zona ancha, en la que ahora impone su ley (junto a Bruno) en uno de los dobles pivotes más destacados de la Primera División. Marcelino le reconvirtió en la temporada de su debut en el primer equipo, en Segunda División A, y ya nunca ha abandonado su posición en la zona de operaciones de la medular, cada vez con funciones más ofensivas, como le ha pedido Fran Escribá, que ve en Manu una buena vía hacia el gol gracias a su gran disparo. Ahora, Manu Trigueros ordena, defiende, asiste… y marca. Ya ha igualado su mejor registro anotador en la máxima categoría, dos goles, con un tanto, el del pasado domingo ante el Betis, que ha sido elegido como el mejor de la pasada jornada.

UN GOL HISTÓRICO / El misil desde 30 metros que sorprendió a Adán, además, ha servido a Trigueros como puerta de entrada a la historia del club amarillo, de la que ya forma parte. El gol que abrió el marcador en la pasada jornada se convirtió en el número 500 que celebra la grada del Madrigal en los partidos locales del Submarino en Primera División, un dato que realza la obra de arte que culminó el talaverano.

El que era el momentáneo 1-0 ante el Betis incluye a Trigueros en la lista de autores de goles centenarios del equipo amarillo en el Madrigal, una nómina que abrió el ahora agente de futbolistas, Unai Vergara, en la tercera campaña del Submarino en la máxima categoría con una diana que sirvió para tumbar al Atlético (4-3) en la Liga 2001-2002.

SENNA, LLORENTE, GIO... / Más de cinco años después, Marcos Senna (en un Villarreal-Espanyol) consiguió el gol 200 del Submarino en su estadio. Como el del hispano-brasileño, los otros goles centenarios del equipo amarillo en los partidos de Liga en el Madrigal fueron anotados por jugadores más habituados a estas celebraciones. Joseba Llorente hizo el 300 (en un derbi ante el Valencia en la campaña 2008-09), y el mexicano Gio subió el 400, que también tuvo un sabor especial al conseguirse ante el Madrid (2-2) en la temporada 2013-2014.

Manu Trigueros se unió a los cuatro exmarillos con el 500, uno de los de más bella factura que se recuerdan en los 311 encuentros que ha dirimido el Submarino ante su afición en Primera División, incluido el del play-off por la permanencia ante el Sevilla al final de la temporada 98-99.

CLAVE PARA ESCRIBÁ / El centrocampista está viviendo en una nube en esta temporada, en la que solo ha tenido que lamentar un revés de importancia, el de la eliminación en la previa de la Champions que le impidió poder estrenarse en la máxima competición continental. Todo lo demás es positivo.

Trigueros es uno de los cuatro jugadores que hasta la fecha se puede considerar intocable en los planes de Fran Escribá en la Liga, la competición que prioriza el entrenador amarillo y en el que no suele utilizar las rotaciones que sí aparecen en todo su esplendor en Europa. Solo Sergio Asenjo, Mario y Víctor Ruiz han disputado todos los minutos de Liga en este Villarreal instalado en plaza directa de Champions en el que Manu ya se ha ganado el apelativo de Don Manuel. H