El albinegrismo, que aguarda a un delantero, combate la prolongada espera con la llegada de Josep Calavera, centrocampista sub-23 que acabado su periplo en el Barcelona B, recala en Castalia después de un estreno en Segunda B en un potente equipo como el Lleida Esportiu, donde ha disfrutado de 22 encuentros y en donde ha compartido vestuario con exalbinegros --además de castellonenses y canteranos-- como Álex Felip (incorporado ya en abril, a raíz de la retirada de la competición del Ontinyent) o, sobre todo, el central Marc Trilles.

El vilafamesino analiza a Mediterráneo cómo es el nuevo integrante de la medular del Castellón. «Josep es trabajador: tiene sacrificio, pero también un buen trato de la pelota», considera el que fuera capitán orellut en una de las épocas más oscuras y difíciles, en Tercera División.

MÁS ‘EDAD’ DE LA QUE TIENE // Trilles estima que el comportamiento futbolístico del tarraconense no se corresponde con la edad que aparece en su DNI (ni siquiera es un veinteañero todavía): «Es un jugador que va a la guerra enseguida, a pesar de que solo tenga 19 años». «Se lo deja todo en el campo», agrega el central.

A juicio de Trilles, Josep, hermano del también futbolista Jordi (mayor que él, pertenece al Eibar), el flamante refuerzo del Castellón, el noveno para esta campaña, tiene un perfil más de contención que de creación. «Yo lo veo más un Busquets que un Xavi», señala. De hecho, cuando el Barcelona lo incorporó del Gimnàstic hace un par de veranos para su juvenil A (con el que ganó la Liga y la Youth League), estaba buscando una versión lógicamente rejuvenecida del centrocampista de Badia del Vallés más que un futbolista del tipo del egarense. «Es un buen sub-23 de la categoría», rubrica Trilles, haciendo alusión a este tipo de plazas que el Castellón pretende revalorizar, después del escaso protagonismo de los Kilian Morante, Julio Delgado, Rubén García...

TODO MUY DEPRISA // La desvinculación del Barcelona B, su llegada a Castalia, primer entrenamiento con el Castellón... Todo le está pasando muy deprisa a Calavera, que ayer por la mañana trabajaba por vez primera a las órdenes de Óscar Cano, quien le hará debutar mañana en Teruel, frente al Huesca, recién descendido de Primera, en el test más exigente de la pretemporada. A modo de curiosidad, el tarraconense, a través de las redes sociales, solicitaba ayuda a la hora de buscar domicilio en la capital de la Plana, donde espera vivir una temporada que, camino de los 20 años, le sirva como trampolín.