La pandemia internacional provocada por el covid-19 ha cambiado nuestras vidas, nuestros hábitos y nuestras costumbres. No podemos saludarnos como antes, el tradicional apretón de manos, el abrazo de cariño sincero, el par de besos a la mamá, vivimos pegados a una molesta mascarilla... Hasta asistir a un campo de fútbol es fruta prohibida en tiempos del coronavirus. Nada es igual. Todo es distinto. ¡Cómo nos ha cambiado la vida! Pero si hay algo que es muy duro para un padre es no poder ver a su hijo entrenar o jugar un partido de fútbol. Les puede, les supera, porque no hay nada mas fuerte que el amor de un padre o una madre por su hijo. El covid-19 nos ha obligado a convivir con él y hasta a ingeniarnosla para regatearle con habilidad.

Llámenles locos si quieren, pero siempre se ha dicho que por un hijo, un padre es capaz de todo. Pues a día de hoy, para ver jugar o entrenar a los chavales cada uno se las arregla como puede. En unos campos permiten el acceso a los entrenamientos y los partidos de fútbol base de pretemporada, mientras que en otros no. Con las puertas cerradas a cal y canto, los padres de los jóvenes futbolistas se inventan mil triquiñuelas para poder ver a sus hijos en acción. El pasado fin de semana en el Javier Marquina, campo propiedad del Ayuntamiento de Castelló, se pudo presenciar a padres subidos en escaleras y apoyados en las paredes de la instalación grauera para ver jugar a sus 'peques' darle al balón.

Mientras, diferentes ayuntamientos y clubes de la provincia de Castellón siguen trabajando para que en un breve espacio de tiempo el público pueda ver los partidos desde la grada, tal y como contempla la normativa de la Generalitat y la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana.

En este momento está totalmente prohibido que los padres puedan acceder a las instalaciones municipales. Los padres tienen que llevar a sus hijos a los entrenamientos y luego esperar en la calle hora u hora y media hasta que finalice la sesión, lo que contrasta con el seguimiento que se hace en otros campos que se permite la entrada de los padres, con mascarilla y manteniendo la distancia de seguridad sanitaria de metro y medio.

Esta situación ha generado cierto malestar en muchos padres, más si cabe cuando son conocedores de que en otros equipos sí que se permite el acceso del público tanto para los entrenamientos de los niños o para la disputa de los partidos amistosos de pretemporada. Tomando medidas como toma de la temperatura corporal, llevar mascarillas, tener responsabilidad y mantener la distancia de seguridad, dar el DNI y el número de teléfono.Tiempos de covid-19.