No necesitó España esperar a la última jornada del lunes para asegurarse el pase matemático al Mundial de Rusia, que se abrirá el 14 de junio del 2018 en el estadio Luzhniki. La Roja doblegó a Albania (3-0) y aprovechó el empate de Italia ante Macedonia (1-1). La azzurra, que ya tenía una diferencia de goles insalvable aunque hubiese vencido, jugará la repesca. España, la única selección que logró ayer el billete, estará en su 11º Mundial seguido.

El Kremlin acogerá el 1 de diciembre un sorteo en el que ya tienen plaza asegurada 11 selecciones. No faltará la campeona del 2010, que mostró en Alicante su mejor versión, con las señas de identidad que la llevaron a la gloria en el ciclo victorioso iniciado con la Eurocopa del 2008. Poca cosa queda de aquel conjunto de Luis Aragonés que alcanzó la gloria en Viena. Sergio Ramos, Iniesta y David Silva son los supervivientes, pero Julen Lopetegui mantiene ese gusto por el toque y el buen fútbol, con peloteros como Thiago, Isco y Koke que garantizan la posesión y el talento como base del éxito.

Ayer se añadieron otras jóvenes piezas, como Rodrigo, el punta del Valencia, y el incansable Odriozola, que cubrió la baja de Carvajal con maestría. El lateral de la Real, de 21 años, exhibió todo su poderío por la banda derecha, emulando a un Jordi Alba que también se encuentra en un excelente momento de forma.

Con la atención centrada en el recibimiento a Piqué —escuchó pitos y aplausos por igual, y no dudó en despedirse aplaudiendo a la afición cuando fue sustituido—, el partido se resolvió por la vía rápida. Lopetegui apostó por una medular creativa, con Saúl en el puesto del sancionado Busquets. Rodrigo, el delantero nacido en Río de Janeiro que tan bien conoce el seleccionador, aprovechó la baja del lesionado Morata para completar un buen encuentro. Un remate tras un centro de Odriozola (m. 6) y un cabezazo en un pase de Isco (m. 13) fueron sus primeras intervenciones antes de abrir el marcador tras otro servicio del malagueño. El valencianista controló con el pecho y remató de maravilla con la zurda (m. 15). Ocho minutos después, Isco firmó el segundo y Thiago logró el tercero (m. 26) al cabecear un centro del avión Odriozola.

TARJETAS Y RELAJACIÓN / Con tres tantos en el zurrón la selección se limitó a cumplir el expediente. Sobró más de una hora de partido. Piqué rozó el penalti en la última acción del primer tiempo.

La relajación se hizo más evidente en el tramo final del encuentro, en el que Piqué y Silva provocaron tarjetas para evitarse el viaje a Jerusalem. Un palo y una parada de De Gea fueron los últimos intentos de Albania, pero el marcador no cambió.