No hay nada al azar en el trabajo de Mireia Belmonte, que le ha permitido alcanzar su sueño y proclamarse campeona olímpica en los 200 mariposa y colgarse el bronce en los 400 estilos. Cada uno de sus pasos ha sido pautado con mimo por su técnico, el francés Fred Vergnoux, con quien se entrena desde hace seis años. Desde la concentración invernal en Pretoria a las dos en altura: la primera, de un mes de duración, en el CAR de Sierra Nevada, antes del Open de España de marzo, cuando tenía que conseguir las mínimas olímpicas; la otra, poco antes del Campeonato de España, en junio. Esquí de fondo, crossfit, carrera vertical lanzada, carrera de montaña... Al margen de su trabajo en el agua, todo se ha utilizado para definir y pulir su físico, así como el descanso, fundamental para Vergnoux. H