Alex Txikon ha renunciado denifitivamente al sueño que perseguía de convertirse en el primer alpinista en ascender el Everest (el techo del mundo, con 8.848 metros) en invierno y sin oxígeno. El montañero vizcaíno ha decidido finalizar la expedición debido a los fuertes vientos que le han impedido llegar más allá del campo 2, a 6.400 metros de altura.

Txikon ha puesto fin a su aventura a primera hora de esta mañana, jornada en la que esperaba iniciar el ataque a la cumbre si el tiempo hubiese sido mejor. "Hubiera sido un verdadero suicidio seguir adelante", ha explicado Txikon ya desde el campo base. "Como responsable de la expedición, no debo poner en peligro la vida de mis compañeros ni la mía propia", agregaba, desilusionado por no lograr un objetivo largamente perseguido.

VIENTOS DE 70 KM/H Y PELIGRO DE ALUDES

Y es que Txikon partió el pasado 25 de diciembre desde de Euskadi rumbo al Nepal, en una expedición que ya paró a principios de febrero, también por el mal tiempo, y que reanudó a mediados ese mes tras descansar unos días en Katmandú. Finalmente, el Everest, por esta vez, le ha ganado la partida. "Creedme que para mí es más difícil tomar la decisión de bajar al campo base que la de seguir subiendo", agregaba. No obstante, los vientos de 70 km/h, temperaturas de 40 bajo cero y las intensas nevadas, que incrementaban el peligro de aludes han impedido continuar a los expedicionarios.

A pesar de la decepción, Txikon mantiene su determinación a escalar en Everest en inverno y sin oxígeno en una próxima ocasión. "Este año no ha podido ser. Esta montaña ofrece mucho respeto en invierno y tampoco podemos cometer locuras que no podamos contar. Lo cierto es que el Everest no se va a mover de sitio. Habrá más oportunidades y entonces yo volveré a intentarlo de nuevo de la manera más pura".

UNA VISITA MUY ESPECIAL

Txikon, que tiene previsto regresar a Euskadi a mediados de la próxima semana, recibió el pasado lunes una visita muy especial en el campo base. El legendario alpinista italiano Reinhold Messner le saludó personalmente y le deseó toda la suerte. Messner, de 72 años, se convirtió en el primer montañero en escalar los 14 ochomiles sin oxígeno, entre ellos el Everest, cumbre que hizo en solitario.