El The Genesis Invitational es el siguiente torneo del circuito de la PGA, después del AT&T Pebble Beach Pro Am. Se disputa en el Riviera Country Club de Los Ángeles, con un destacado elenco, entre ellos Sergio García, que afronta este arranque del 2020 con significativas novedades con vistas a recuperar terreno, después de que haya vuelto a caer más allá del puesto 40 en la última actualización del ránking mundial. No faltará prácticamente nadie de los mejores golfistas del mundo.

Por primera vez desde que es profesional, el borriolense no tiene un acuerdo con una marca de palos y, por tanto, no está obligado por contrato a jugar un equipamiento concreto. Es agente libre, de ahí que se ha hecho una bolsa a medida, con lo mejor de varias marcas en función de sus sensaciones. Ha dejado atrás, por tanto, un invierno intenso, con más pruebas, más prácticas, más tests.

El cambio

Este nuevo Sergio se debe a su ruptura con Callaway, marca con la que firmó en el 2018 y con la que aún tenía contrato en vigor. Las dos partes han decidido separar sus caminos a causa de la bola. El golfista de Borriol no terminaba de encontrarse a gusto con la pelota de Callaway y la firma americana le pedía expresamente jugarla para mantener el acuerdo. Finalmente, de manera amistosa, han decidido romper relación dejando la puerta abierta a un nuevo encuentro en el futuro.

Sergio ha sido caballeroso con Callaway. «No quiero decir, en ningún caso, que sea una mala bola. Simplemente es que yo no me encuentro totalmente a gusto con ella, siento que no se adapta a lo que yo necesito», ha dicho el de La Coma. «Mi objetivo era tener un material que me ofrezca las mínimas dudas posibles y, a partir de ahí, ya todo dependerá de mi juego y mi swing», afirmó.

La nueva bolsa que utiliza Sergio contiene material de hasta tres casas: el driver, el putter y los hierros de PING; la madera 3 y 5, los blades blueprint y los wedges, de Taylormade; así como la bola Titleist (ProV 1).

Es una situación nueva para el borriolense, aunque está tranquilo. Lo cierto es que nunca ha tenido problemas para adaptarse al nuevo material, ha ganado con todas las marcas que ha utilizado y muy pocas veces ha tenido algún problema para adaptarse a lo nuevo que iban sacando las firmas.

Por ahora, Sergio ha saldado este arranque de año con un octavo puesto en Abu Dabi, un 23º en Dubái y un sexto en Arabia Saudí, en la gira del desierto.