Los ultras del Legia de Varsovia, seguidores que hacen de los actos vandálicos una rutina en los partidos de su equipo, atemorizan no solo al Real Madrid sino a las autoridades gubernamentales de la capital de España. Este grupo, liderado por 'Staruch' y conocido por propinar palizas a aquellos los que no comparten sus ideales, ha amenazado con ir al Bernabéu y dejarse ver por las calles de la ciudad.

En el partido ante el Borussia de Dortmund, en la pasada jornada de Champions, los ultras atacaron a empleados de seguridad de su propio equipo cuando estos querían detener una pelea. La UEFAactuó contundentemente clausurando su estadio para el partido ante los blancos en suelo polaco dentro de dos semanas.

Este lunes, se organizará una reunión para cerrar el dispositivo de seguridad, que sumará efectivos de la Policía Polaca sabedores de la manera de actuar del colectivo ultra del Legia. Se ha llegado a especular con la participación de 1.500 empleados de seguridad, 500 más que en un partido de alto riesgo y 700 más que habrá que sumar de la seguridad del Real Madrid.

La zona designada para los aficionados del Legia quedará totalmente aislada del resto de las gradas del Bernabéu y estará controlada por empleados de seguridad privada del club. El Real Madrid bloqueó las tarjetas de crédito polacas en la venta de entradas desde su web. El equipo polaco tiene la orden de identificar a cada uno de los 3.500 seguidores que se estima que lleguen a Madrid para animar a sus jugadores, aunque oficialmente solo 300 de ello tienen asegurado el acceso al Bernabéu. La UEFA no quiere que los ultras protagonicen más escenas de terror como pasó en Nápoles la campaña pasada.