El Valencia aseguró ayer en un comunicado que la medida que adoptó en el partido del domingo entre el Mestalla y el Hércules (Ciudad Deportiva) de requerir en las taquillas el DNI para detectar la procedencia de los aficionados que querían comprar una localidad, estuvo motivada por la obligación de garantizar la seguridad de los espectadores.

En la nota, la entidad che lamenta los ataques recibidos y recuerda que envió al club alicantino un cupo cerrado de 275 entradas (al final fueron 365, superior al 5% para afición visitante habitual en Liga y UEFA), cantidad fijada por criterios de seguridad y de aforo del recinto, con conocimiento de la Policía Nacional. Además, recuerda que especificó que no iba a ser posible conseguir más ni en las taquillas de Paterna ni por otro cauce, por lo que era el propio Hércules el único canal disponible para adquirir entradas asignadas a su afición.

El Valencia afirma que la medida no tenía ánimo discriminatorio, sino que se basaba en la responsabilidad como organizador de velar por la seguridad del espectador.

Por su parte, el conseller de Deportes, el castellonense Vicent Marzà, considera «inaceptable el veto del Valencia a los aficionados alicantinos».