Marcelino García se ha comprometido con el Valencia para las dos próximas temporadas, informó el club valenciano en un comunicado. El entrenador asturiano llega a Mestalla tras una temporada sin entrenar, ya que el pasado agosto fue destituido en el Villarreal, club en el que permaneció tres años y medio. Marcelino sustituirá a Voro, el último de los cinco técnicos que han pasado por el banquillo che en las dos últimas campañas.
El entrenador de Villaviciosa inició su trayectoria como técnico en la élite del fútbol español en el Sporting y, posteriormente, ha dirigido al Recreativo, Racing, Zaragoza, Sevilla y Villarreal.
La presentación oficial de Marcelino como técnico che se efectuará tras la disputa del último partido liguero y, hasta esa fecha, las partes no realizarán declaraciones públicas. El Valencia disputará ese encuentro el día 21, en casa... ante el Submarino.
En su comunicado, el Valencia señala que «quiere expresar a sus aficionados su especial satisfacción por esta contratación».
Marcelino llegará a Mestalla con la experiencia acumulada en los últimos años y la exigencia que le ha caracterizado. Precisamente son dos años los que lleva el nuevo equipo de Marcelino sin encontrar su norte, pues la pasada temporada y la actual han sido decepcionantes.
NUEVO INTENTO // El nuevo técnico del Valencia, club al que a punto estuvo de llegar hace una década, es conocido por la entidad y por su afición como consecuencia, sobre todo, de su paso por el Submarino. Llegó al Villarreal a mitad de la temporada que los amarillos estaban en Segunda A (12/13), en un momento en el que el equipo atravesaba dudas que hacían peligrar la posibilidad de volver a Primera por la vía rápida. Marcelino enderezó el rumbo y, tras ascender al Villarreal, lo consolidó en la zona noble con tres clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, dos para la Europa League y la última para la Champions.
Siempre ha estado muy pendiente del control del vestuario. Aunque su trayectoria en el Villarreal estuvo acompañada de éxitos, con el paso del tiempo la relación con la plantilla y el consejo de administración se deterioró, provocando su destitución, días antes de la eliminatoria previa de la Champions frente el Mónaco. Su despido le impidió entrenar durante la temporada que está a punto de concluir, debido a cuestiones administrativas.
