El Valencia continúa arreglando el mal inicio de temporada y alimentando las opciones de regresar a la Champions. De hecho, el partido del próximo domingo (18.30 horas) frente al Getafe será determinante. Y todo gracias a la victoria de ayer en Girona, donde la mala suerte que condenó a los de Marcelino en anteriores jornadas se cambió de bando esta vez. Los locales, que llevan camino de cinco meses sin ganar en Montilivi, tenían el partido en el escenario deseado y buscaban el 3-2 con un hombre más y el Valencia colgado del travesaño, pero encajaron el 2-3 en un contragolpe.

Lo mejor de la primera parte para el Girona fue su capacidad de reacción a partir del gol del Valencia, que se adelantó prácticamente en la primera acción que tuvo y paró el cronómetro de imbatibilidad del equipo rojiblanco en 259 minutos.

El tanto obligaba a mucho al Girona frente a un rival en estado de gracia (ocho partidos seguidos sin perder en Liga), que se levantó enseguida en una acción de estrategia. La igualada reactivó a los che, que pudieron marcar con un misil de Guedes que desvió el portero. Tras el descanso, cuando más apretaba el Girona, Parejo (séptimo tanto en Liga) dio ventaja a los visitantes en un chut donde Bounou pudo hacer más. Roncaglia dejó a su equipo con 10 y el VAR intervino para señalar un penalti que Stuani no desaprovechó. El Girona se desmelenó en busca del 3-2, pero un error de Roberts acabó en el 2-3. En la prolongación, Neto evitó las tablas con dos paradones.