El Valencia pasó de otear la final de la Europa League con el 0-1 de Diakhaby a los 11 minutos, a ver peligrar seriamente su presencia en Bakú, primero con el inmediato doblete de Lacazette y, a última hora, con el gol en el minuto 90 de Aubameyang, los dos futbolistas que han sostenido al Arsenal durante toda la temporada, para poner la eliminatoria muy favorable a los gunners, a falta de la resolución, el jueves que viene, en Mestalla (3-1).

Marcelino y Emery jugaron al escondite y sorprendieron tanto con sus alineaciones como por sus dispositivos. Más cambiado el Valencia, con mucho defensa, un tanto confundido en la noche londinense. Porque se adelantó a pelota parada, pero luego sufrió bastantes desajustes y dudas, castigado por Lacazette (un cuarto de hora después del gol che, el francés ya había dado la vuelta al marcador). El 3-1 llegó en el suspiro final, pero también es cierto que, antes, Neto había sostenido la desventaja mínima para un Valencia obligado a hilar muy fino para poder pelear por el título en la capital de Azerbaiyán.

El asturiano trató de contrarrestar la superioridad física inglesa con hasta seis defensas. Los che exprimieron la estrategia y marcaron pronto. Lejos de ampararse en la ventaja (no quedarse a cero en el Emirates era el objetivo mínimo), el Valencia se creció, lo que aprovechó el Arsenal para, en dos llegadas, poner el 2-1.

Con todo, los de la capital del Túria no le hacían ascos a ese resultado. Marcelino corrigió sobre la marcha, cuando los locales ya habían coleccionado buenas y numerosas ocasiones, aunque la salida de Mkhitaryan le dio un poco más de precisión a un Arsenal que castigó las humedades defensivas de su rival con un tercer tanto que, si Mestalla no lo remedia, meterá en la final al equipo dirigido por Emery.

LA OTRA SEMIFINAL // El Chelsea empató en su visita a Fráncfort (1-1), donde el Eintracht marcó primero (lo consiguió el cotizadísimo Luka Jovic), aunque el canario Pedro Rodríguez neutralizó la ventaja del delantero serbio.