Por fin sonríe el Valencia. Tres victorias seguidas (Depor, Celta y Granada) en una semana han desatado la euforia en una afición que se ha pasado la mayor parte de la temporada sacando los pañuelos contra Peter Lim, acusándole de una mala gestión que hizo temer por la salvación. Por suerte, tomó la mejor decisión en años dando la responsabilidad del banquillo a un hombre de la casa y este se ha encargado del resto. En plena campaña para que Voro siga la próxima temporada al frente del equipo, los jugadores hicieron un guiño al míster con una contundente victoria que encarriló el fichaje que tanto reclamó Prandelli. Dos goles de Zaza en dos minutos (los mismos que contabilizaba en dos meses el italiano) antes del descanso y uno de Mina sellaron una victoria que da plena tranquilidad a los che hasta final de la Liga y hunde al Granada, abroncado por su afición desde el principio.

El Valencia no marcada tres goles a domicilio desde hacía año y medio, cuando se impuso en Balaídos al Celta por goleada (1-5). Desde aquel encuentro, los valencianos han disputado 28 partidos como visitante, 13 la pasada campaña y 15 en la actual.

«Sabemos lo mal que lo hemos pasado y tenemos que seguir bajo la realidad de que no hay equipo pequeño y de debemos trabajar todos los partidos», resumía Voro sobre la trayectoria de su equipo, resaltando el papel de sus jugadores, aunque sin personalizar, por mucho que le insisten (el canterano Carlos Soler, una apuesta personal del míster, se salió): «Fue fundamental el talante de todos los futbolistas desde el primer minuto». «Estaba ansioso con el gol», dijo Zaza, quien añadió que en la medida en que el equipo llegue más por banda él «tendrá más opciones».