Una década en Segunda Regional. Demasiado tiempo para un Vall d’Alba que, con pies de plomo, quiere estar en la terna de equipos que pugnen por ascender a Primera Regional. De hecho, el cuadro cuatribarrado ya estuvo peleando hasta el final de la liga por la plaza de promoción de ascenso el curso pasado, pero finalmente el éxito se lo terminó llevando el Chert.

Para el presente curso el cuadro valldalbino ha contratado a Jordi Fortuño como entrenador y coordinador de la amplia cantera del club, un auténtico conocedor del fútbol provincial con una destacada trayectoria en los banquillo.

Respecto a la plantilla, Fortuño tendrá a su disposición a la base que ya había el ejercicio pasado. Un 90% de los futbolistas continúan y apenas se han incorporado cuatro fichajes, dos de ellos de edad juvenil. Mención a parte el refuerzo estrella, el del delantero Badre, un jugador que la pasada campaña militó en el San Pedro en Regional Preferente e, incluso, defendió la elástica del Borriol en Tercera División hace apenas dos temporadas.

Por otro lado, el Vall d’Alba vuelve a tener como seña de identidad ser un club de cantera ya que gran parte de los jugadores que componen en el primer equipo han pasado por las categorías inferiores. Además, continúa expandiendo su escuela y cada vez cuenta con más equipos. La base y su afición, que llegan las gradas cada partido, son los principales pilares.