Mal camino no lleva a buen pueblo y la travesía del Madrid no era placentera. Venía de sacar unas apuradas tablas en Vila-real y con Solari avisando de que no hay que subestimar el valor de un empate. La Real Sociedad derrotó con estrépito al Madrid y terminó de revelar la condición de convaleciente grave del equipo blanco, por mucha polémica del clarísimo penalti de Rulli a Vinicius que el árbitro no vio y donde el VAR no intervino. El brasileño, que dejó en el banquillo a Isco cuando parecía que el malagueño recuperaría la titularidad tras la lesión de Bale, fue el mejor en una tarde que parecía propicia cuando Sergio Ramos mostró el trofeo de campeón del mundo. Y además ante un rival que estrenaba entrenador (volvía el exlateral del Villarreal Imanol Alguacil tras su interinidad de la pasada temporada) y no ganaba en el Bernabéu desde el 2004.

DESCONTROL // Pero mientras el público se acomodaba en su asiento llegó un penalti grotesco de Casemiro, aunque el señalado fue Marcelo, silbado. Con el gol a favor, la Real Sociedad juntó líneas y entregó el dominio al Madrid, impulsado por el entusiasmo, la velocidad y la fogosidad de Vinicius. La primera parte agonizó con un centro de Lucas Vázquez que terminó en el palo. Nada cambió tras el descanso. Solari reaccionó con Isco y, acto seguido, Lucas Vázquez vio la segunda amarilla (primera expulsión en 160 partidos). El desconcierto posicional de los blancos fue espeluznante, con Vinicius como único salvable. Pidió un penalti de Rulli, el árbitro no lo dio y llegó la puntilla donostiarra.