En la fría Finlandia se celebra desde esta semana y hasta el 5 de marzo el Mundial de Esquí Nórdico 2017. El primer día de la competición ha dejado uno de los momentos que seguro serán más recordados de toda la prueba y sin duda será el más visto en las redes sociales.

Adrián Solano, esquiador de Venezuela, protagonizó la carrera más torpe jamás vista. Solano se cayó varias veces, rompió un bastón y llegó a equivocarse de camino. Acabó último en la prueba clasificatoria de 10 kilómetros, 30 minutos más lento que el líder. Desde la salida ya se vio que no iba a ser capaz de seguir el ritmo de sus rivales. El primer paso casi supone la primera (de muchas) caídas.

SU PRIMER CONTACTO CON LA NIEVE

Venezuela es un país en el que muy difícilmente nieva. Quien quiera esquiar debe calzar unos esquís con ruedas. No importa todo lo que entrenes de esta manera, el contacto con la nieve lo cambia todo. Solano no pudo entrenar en la superficie correcta porque semanas antes de comenzar el Mundial, al dirigirse a Suecia para entrenar sobre la nieve, fue detenido en el aeropuerto de París por las autoridades francesas que no creyeron que fuera esquiador a pesar de tener los documentos en regla. Acabó deportado a su país.

El dinero que tanto le costó ahorrar para costear el viaje con su trabajo y con una parte prestada por familia y conocidos lo perdió de un plumazo al no poder subirse al avión rumbo a Suecia. Venezuela ya ha comunicado que tomará medidas contra el Gobierno francés por este episodio. La ministra venezolana, Delcy Rodríguez, considera este episodio una afrenta y anunció en Twitter que presentarán una protesta escrita contra Francia.

LA LEYENDA DE MOUSSAMBANI

La aparición de Solano en el Mundial de esquí ha recordado a la actuación del nadador Moussambani en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. El nadador que no sabía nadar parecía que se iba a ahogar en cualquier momento. En su caso, sí acabo la prueba. Ambos protagonizan una historia llena de esfuerzo al perseguir sus sueños.