Faltaban 10 minutos para las 10, hora de apertura de la sala de condolencias en el Camp Nou, y una cincuentena de aficionados hacían cola en la explanada del estadio con el deseo de rendir tributo a Johan Cruyff, el mito que devolvió el optimismo al Barça y que le enseñó a ganar gracias a un estilo de juego que todavía perdura. Al final de la primera jornada (el memorial cerrará el martes), un total de 15.158 personas se despidió del mito barcelonista.

El primero, sin embargo, en homenajear a Johan fue la junta barcelonista con Josep Maria Bartomeu a la cabeza, que hizo un minuto de silencio ante la gran fotografía del mito que presidía el vestíbulo. “Hemos venido a despedir a un jugador moderno que revolucionó el mundo del fútbol y nos deja un legado espectacular”, explicó Bartomeu, que agregó que sin la figura de Johan “es imposible entender lo que hoy en día es el Barça”. El presidente añadió que todos los libros de dedicatorias serán entregados a la familia Cruyff, “para que sienta el calor” de los barcelonistas.

Joan Laporta, por su parte, no pudo reprimir las lágrimas cuando se plantó ante la foto del que fuera su “maestro, amigo y referente”. “Despedimos a un hombre genial, con una personalidad excepcional que revolucionó el fútbol”, afirmó. H