El holandés Max Verstappen (Red Bull) repitió ayer su victoria del año pasado en el Gran Premio de Austria, el noveno del Mundial de Fórmula Uno, en el que le arrebató, tras un emocionante final, el triunfo al monegasco Charles Leclerc (Ferrari), al que rebasó en una polémica acción que fue revisada por los comisarios, a falta de dos vueltas para el final.

Verstappen, de 21 años, logró su sexta victoria en F1 en el circuito propiedad de su escudería, el Red Bull Ring de Spielberg (Estiria). Al mismo tiempo, chafó la posibilidad de que Leclerc, de idéntica edad y que había arrancado desde la pole, festejase su primer triunfo en la categoría reina; el día que Austria homenajeó a su mito, el triple campeón mundial Niki Lauda, fallecido el 20 de mayo a los 70 años, en Zúrich (Suiza); y despedido seis días después en un multitudinario funeral en la catedral de su Viena natal.

En la primera carrera del año que no ganó un Mercedes, con Leclerc (Ferrari) segundo y Bottas (Mercedes) tercero, el español Carlos Sainz (McLaren), que tuvo que salir desde el fondo al sustituir motor y caja de cambios, protagonizó la remontada del día, al acabar octavo una carrera en la que todos, menos Vettel, fueron a una parada.