Dicen los astrónomos que el origen del universo fue el big bang, una gran explosión. Y puede que tenga que ser así también en la F-1. Ha nacido una estrella. Su nombre, Max Verstappen, su edad, 18 años, 7 meses y 16 días; sus credenciales: ser el vencedor de un gran premio más joven de la historia y lograrlo en la primera carrera en su nuevo equipo Red Bull. Desde luego que hubo un big bang, el que desataron los dos Mercedes al chocar y quedar fuera de carrera. Y de ahí emergió radiante Max. Las decisiones de estrategia le situaron al frente de una carrera que controló con talento, inteligencia y madurez frente a un coche más rápido, el Ferrari, y a un campeón del mundo, Kimi Raikkonen, que compartió parrilla durante sus inicios con el padre de Max.

UNA GRAN PAREJA // “Sé que hoy vas a ganar”, le dijo durante la mañana Edu Turón, el que hasta hace dos semanas era su jefe de mecánicos en Toro Rosso. “Ganar no sé, pero podio, seguro”, le contestó. La confianza en sí mismo es el rasgo de la personalidad de Max que todos los que le conocen destacan. No es una pose para vencer la timidez, nada de eso, nace de su absoluto convencimiento. El mismo que tiene en sí mismo Carlos Sainz. El piloto español en ningún momento ha demostrado menos nivel que Max en la temporada y cuatro carreras que compartieron garaje. Ahí estaban segundo y tercero en las primeras vueltas de este maravilloso Gran Premio de España, Max con el Red Bull, Carlos, con el Toro Rosso. El español dio una exhibición en la primera vuelta adelantando a los dos Ferrari por fuera: maravilloso, brutal, pero su Toro Rosso no dio para más, y poco pudo hacer frente a los coches rojos. Finalizó en el 6º puesto, su mejor resultado, porque, quizá, esta y la del año pasado aquí, han sido las únicas carreras en las que no ha sufrido problemas mecánicos o de estrategia.

Montmeló descubrió a Max y recuperó una F-1 espectacular, con la lucha de los Mercedes. Nico Rosberg arrancó como un tiro y pasó a Lewis Hamilton en la curva dos. El alemán tapó el hueco por el exterior de la curva tres y Hamilton, rabioso, intentó rebasarlo con el coche por la hierba. El inglés perdió el control y se llevó a su compañero por delante. “Pido disculpas al equipo”, dijo el tricampeón tras escuchar a Niki Lauda: “Que lo sepas, has hecho una estupidez”. “Iba a ganar la carrera”, lamento Rosberg. H