El vestuario ha hablado. No habían pasado ni unas horas desde la primera derrota del curso --llegó en la prórroga y en una competición menor como la Copa Federación-- cuando los pesos pesados de la plantilla mostraron su reacción a la derrota ante el Real Murcia en Castalia (0-3).

Ayer el encargado de publicar en redes sociales el tradicional selfie posvictoria, el capitán David Cubillas, mandó un mensaje de cautela tras el revés sufrido ante el club pimentonero: «A estas alturas del año pasado ni habíamos ganado aún, así que tranquilidad. Que lo de hoy nos sirva para coger con más fuerza lo que nos viene. Muy orgulloso de todos los míos, de cómo se vacían y como representan este club».

Más explícito pero en la misma línea se mostró otro de los capitanes de la plantilla, Rafa Gálvez. «Autocrítica, autoexigencia y trabajo y más trabajo», fue el mensaje que colgó el mediocentro cordobés en su cuenta oficial. Y es que no deja de ser cuanto menos curioso que tras la primera derrota del curso --algo que tarde o temprano iba a ocurrir y mejor que llegue en la Copa RFEF-- el núcleo duro de la plantilla se ha manifestado para dar la cara por todos los integrantes que forman el plantel de Óscar Cano.

Ahora, con la mente puesta única y exclusivamenet en la UE Llagostera, el Castellón buscará una victoria que le permita seguir como líder del grupo tercero de Segunda División B.

lA conjura / No en vano, sigue siendo el único de su Liga que no ha perdido ningún partido, gracias al gol de Castells en el último minuto en la visita a Orihuela. Una condición de invicto que la plantilla se ha propuesto prolongar lo máximo posible, puesto que a pesar de que la Copa RFEF se veía como una oportunidad de dar minutos a los menos habituales --y un modo de llevarse un pellizco económico--, la competición semanal sí que es de vital importancia para los orelluts.

De hecho, con el paso de las jornadas han visto que es posible, de continuar así, pelear por estar entre los cuatro primeros a final de temporada. Un objetivo totalmente distinto del que se peleó hasta la saciedad el curso pasado e incluso por el que se confeccionó este plantel. El propio técnico granadino, así como el presidente Vicente Montesinos, afirmaron antes de dar inicio la Liga que la meta para este año era conseguir los 42 puntos lo antes posible y no sufrir hasta la última jornada como en la campaña anterior.

Por esa razón, los albinegros se ven ante una oportunidad histórica de redimirse y disputar una fase de ascenso ante 14.000 personas. Pero, como diría la propia plantilla orellut, ese objetivo todavía queda muy lejos y toca pensar en la Llagostera, inmerso en la zona noble de la tabla, y que visita Castalia por primera vez. Un duelo que no tiene asegurada la presencia de Jairo Cárcaba y Víctor García, ya que ambos arrastran molestias musculares.