La diferencia entre los pilotos buenos y los cracks se deja ver en carreras como el Gran Premio de Baréin. Valteri Bottas y Kimi Raikkonen, los número dos de Mercedes y Ferrari, son la imagen de la impotencia. Casi nunca pueden aguantar la comparación frente a sus jefes de filas. Sebastian Vettel, tetracampeón del mundo, dio una lección de pilotaje para ganar con una sola parada en boxes cuando el programa inicial de Ferrari era a dos. Lewis Hamilton, el otro tetracampeón, arrancó noveno y finalizó tercero, con la impresión de que incluso podía haber dado caza a la segunda plaza de su compañero. Nadie los puede toser, pero en ese duelo particular por alcanzar el quinto título, marcha con ventaja Vettel: dos carreras, dos victorias. Hay que remontarse a 1980 para encontrar el último piloto (Alain Prost) que no fue campeón tras ganar las dos primeras citas.

FIESTA EN MARANELLO // Es el inicio soñado para Ferrari, que destilaba menos optimismo en la pretemporada que hace un año. Se decía, en los test de Barcelona, que Red Bull estaba a la altura de Ferrari. Pues Daniel Ricciardo abandonó por un problema eléctrico en la tercera vuelta, la misma en la que Max Verstappen dejaba su coche inservible después de chocar con Lewis Hamilton.

Sin los coches energéticos, la carrera se redujo a un duelo entre Ferrari y Mercedes. Los ingenieros de Maranello habían programado dos paradas, pero Mercedes les puso contra las cuerdas con una estrategia a una sola. Raikkonen, incapaz de aguantar a Bottas en la salida, hizo su segunda parada cuando marchaba tercero. Pero la rueda trasera derecha no salió y un fallo en las luces del box hizo que el finlandés arrancara igual, llevándose a un mecánico por delante (fractura en una pierna) y sin cambiar la rueda. Fin de su carrera.

Vettel se quedaba solo ante los dos Mercedes. Entonces, Iñaki Rueda, el español que dirige la estrategia de Ferrari, el hombre que birló a Mercedes el triunfo en Australia, volvió a estar brillante y ordenó a Vettel seguir en pista, aunque eso exigía un excelente pilotaje con el objetivo de conservar las gomas blandas 20 vueltas más de los previsto.

Bottas llegó al alerón trasero del Ferrari en las dos ultimas vueltas pero le faltó talento, velocidad y carácter para poner en apuros a Vettel. Lástima que Hamilton perdiera tanto tiempo adelantando para remontar de la novena a la tercera plaza, lástima que su equipo le fuera frenando durante muchas vueltas pensando que Vettel haría otra parada.

TORO ROSSO... Y ALONSO // Y tras los inalcanzables protagonistas del podio cruzó la bandera a cuadros Pierre Gasly con el Toro Rosso motorizado por Honda, el segundo mejor resultado en la historia de la escudería de Faenza. Puede que ese rendimiento explicara el gesto serio de Zak Brown, el CEO de McLaren, cuando miraba la tabla de tiempos en la última vuelta con Fernando Alonso séptimo, volviendo a completar una gran salida, recuperando cinco posiciones, lo que enmascaró la falta de rendimiento del coche. El asturiano es cuarto en el Mundial (tras Vettel, Hamilton y Bottas), al igual que McLaren.

Carlos Sainz (Renault), por su parte, se quedó al filo de los puntos: fue 11º, cinco posiciones por debajo de su compañero de equipo, Nico Hülkenberg.