El 2016 del Villarreal ha dejado algunos nombres propios. Así, el capitán, Bruno Soriano, se ha convertido en el jugador con más partidos en Primera División en la historia del club amarillo (sobrepasando a otro mito como Marcos Senna), o Sergio Asenjo ha protagonizado un regreso espectacular a un primer plano después de superar su tercera grave lesión de rodilla, con convocatoria en la selección absoluta incluida. Sin olvidar a Mario, el bigoleador más rápido en la historia de los debuts con la Roja; o Eric Bailly, cuya salida del club amarillo en dirección al Manchester United, el pasado verano, supuso el traspaso más alto en la historia de la entidad presidida por Fernando Roig.

Pero por encima de todos ellos, Víctor Ruiz se ha ganado por méritos propios la consideración de hombre del año en el Villarreal, en la que, sin duda, se pueden catalogar como los mejores 12 meses del central catalán en toda su carrera profesional, que ya abarca siete años desde que debutara en la máxima categoría con el Espanyol, en la campaña 2009/2010 . Se fue Marcelino y llegó Fran Escribá, pero el protagonismo de Víctor Ruiz no ha decaído con el cambio de entrenador en el banquillo groguet.

MÁS DE 4.300 MINUTOS / El defensa se ha ido en este 2016 hasta el medio centenar de partidos oficiales (Liga, Copa del Rey, Europa League y la previa de la Liga de Campeones). Nadie en el Submarino ha jugado tantos encuentros como él, que esta temporada ha unido a su altísima regularidad defensiva —es uno de los grandes pilares del equipo menos goleado en la presente Liga— una resistencia fuera de lo común: las lesiones y los problemas físicos han pasado totalmente de largo y Víctor Ruiz lo ha agradecido ofreciendo a su equipo más de 4.300 minutos de alto rendimiento.

Y Víctor Ruiz ha alcanzado esos números de récord sin estridencias, con una sobriedad inalterable que no ha pasado desapercibida para nadie salvo por los dos últimos inquilinos del banquillo de la selección española, Vicente del Bosque y Julen Lopetegui, incapaces de premiar con una llamada de la Roja absoluta —sí ha sido internacional en categoría sub-21— al que ha sido uno de los centrales más fiables del fútbol europeo en las dos últimas temporadas.

El catalán llegó al Villarreal dispuesto a recuperar el tiempo perdido en su aventura italiana (Nápoles) y en el Valencia, donde no fue valorado y lo pagó con muchos minutos sentado en el banquillo de San Paolo y Mestalla. Y lo ha conseguido. A sus 27 años, su progresión sigue en una clara línea ascendente en la que no se vislumbra un techo. Si en el 2015 Víctor Ruiz acabó con 37 encuentros a sus espaldas, desde el último enero hasta el actual parón navideño el defensa ha jugado 50 partidos: 35 de Liga española, dos de Copa del Rey, uno de previa de Liga de Campeones y 12 de Europa League, por supuesto, casi siempre entrando en los onces iniciales de los dos técnicos que le han dirigido en el último año. En 12 meses, Víctor Ruiz solo ha faltado a siete de los partidos oficiales del equipo. Él solo se ha bastado para tapar con solvencia las carencias puntuales que ha tenido el Villarreal en el centro de la zaga, ya sea por lesiones (Musacchio), salidas inesperadas (Gabriel Paulista o Eric Bailly) o inadaptaciones a la posición (N’Diaye).

LOS PERSEGUIDORES / Algunos de los actuales componentes del equipo que dirige Fran Escribá han estado muy cerca de la impresionante marca de partidos de Víctor Ruiz. Su compañero en la zaga amarilla Mario se ha quedado tan solo a un encuentro del central, con 49 participaciones en las cuatro competiciones disputadas por el Submarino, las mismas que las del capitán, Bruno Soriano —que se va por encima de la cincuentena si se cuentan sus presencias con la selección española en la pasada Eurocopa—, mientras que Samu Castillejo y Manu Trigueros también presentan unas nada desdeñables estadísticas en lo que respecta a su rendimiento durante el último año con el Villarreal, con 47 y 45 encuentros oficiales, respectivamente.