En la última década el Villarreal solo ha ganado en tres ocasiones en un campo de un equipo que se encontraba en ese momento de LaLiga en zona Champions: Real Madrid (0-1, 17-18, Fornals) y Atlético dos veces (0-1 ambas 14-15 y 16-17, Vietto y Roberto Soriano). Y llega hoy (18.30 horas) una nueva oportunidad para hacer creer de verdad en que este equipo puede subirse al tren europeo y pelear en la zona noble de la clasificación, el hábitat donde debería estar por calidad y potencial de su plantilla.

El Submarino lleva seis jornadas sin conjugar el verbo ganar. En ese espacio de tiempo ha sumado solo dos puntos de 18, con una trayectoria lejos de La Cerámica para la depresión. Solo el partido de hace nueve días ante el Atlético mostró realmente la cara buena de un equipo que se ha distanciado de la parte de arriba y acercado peligrosamente a la zona baja en el breve espacio de dos meses, después de comenzar muy bien la temporada.

Calleja no ha dado a conocer el equipo titular que alineará esta tarde en el Sánchez Pizjuán, pero sí ha dado pistas para tener la premonición de que se inclinará por repetir el once que tan buena imagen ofreció ante el Atlético. La noticia negativa fue la baja a última hora de Santi Cazorla. El asturiano vio cómo las molestias, lejos de remitir, aumentaron al intentar forzar un poco más para regresar a la lista en Sevilla, y se decidió para no forzar su vuelta y provocar una lesión más grave que se quedara en casa y no entrara, tan siquiera en la lista de jugadores convocados.

ONCE INICIAL / El técnico amarillo tiene en mente repetir con Asenjo en la portería, escoltado por una línea de cuatro formada por Mario, Pau, Albiol y Quintillà en la defensa. Un centro del campo integrado por tres medios con Iborra, Anguissa y Manu Trigueros, con Samu Chukwueze como enlace de Gerard Moreno, que actuará como delantero centro. Una fórmula que dio un buen rendimiento contra los colchoneros y que volverá a ser la elegida para intentar la machada de ganar en Sevilla.

El Villarreal deberá adaptarse a la alta intensidad que imprime el Sevilla en su estadio. Le espera un partido similar en cuanto a ritmo al del Atlético. La velocidad de Chukwueze también será determinante para el contragolpe y para desestabilizar el sistema defensivo sevillista. Calleja sigue insistiendo en la concentración y en la seguridad defensiva colectiva de un equipo que ha recibido demasiados goles a la vez que ha perdido la contundencia que exhibió al inicio de temporada.

Hasta tal punto, que en el último mes ha perdido un 60% de la eficacia cara a puerta. La contundencia en las áreas ha sido el gran mal del equipo. Otro de los gafes que se quiere quitar de encima es el de la victoria 300. Desde que el equipo de Calleja la tuvo a tiro, no ha visto hora buena y se resiste y resiste jornada a jornada. A la séptima debe ir la vencida. El Submarino necesita una victoria de caché para hacer creer de verdad. Y Sevilla es un lugar idóneo para salir reforzado con tres puntos y el soporte anímico.