Intentó Albert Celades, entrenador del Valencia CF, calcar en la Supercopa de España de Arabia Saudí la estrategia que casi le llevó a la victoria ante el Real Madrid en la Liga: primero aguantar y después desplegarse. Pero los che se fueron al descanso con 0-2, tras un gol olímpico del alemán Toni Kroos que les quitó el fuelle hasta incomodarles y terminar anulados.

Los de Zinedine Zidane ganaron tras disfrutar de un dominio casi pleno, con goles de los centrocampistas, pero con menos ocasiones de las que merecía.

Ante las bajas de Benzema, Bale y Hazard, Zidane rodeó a Jovic de centrocampistas, con cinco medios que se hicieron con el mando del partido. Generaron disparos peligros, un cabezazo espectacular de Varane y centros muy poco productivos que no encontraron al delantero serbio.

Celades hizo lo mismo: aisló a Kevin Gameiro en ataque, pero los de Zidane encontraron, entre ataques más propios de un partido de balonmano con un dominio abrumador, un sorpresivo gol olímpico de córner directo.

GOL OLÍMPICO / El Real Madrid se adelantó con una pillería de Toni Kroos, condimentada con el despiste general del rival, gracias a un preciso lanzamiento directo desde el córner, en un gol olímpico mientras todo el Valencia y su portero Jaume Domènech protestaban la concesión por parte del árbitro de ese córner.

El ritmo del partido cayó hasta convertirse en un duelo tedioso. Hasta que llegó un acelerón de Fede Valverde, un rechace en el centro de Carvajal y el gol de Isco, el primero que marca en el curso, que sentenció el partido.

En la jugada siguiente, con el Valencia todavía noqueado, Isco remató un saque de esquina al palo y Jovic, inédito en el partido, no acertó en el rechace con todo a favor para marcar.

ATISBO DE REACCIÓN ‘CHE’ / El Valencia tuvo un tímido atisbo de reacción tras el descanso, pero las complicaciones para el Madrid fueron mínimas. Fede Valverde corrió por todo el campo, Isco regateó con elocuencia y los de Zidane se cansaron de tener el balón hasta que Luka Modric, que venía desequilibrando con fluidez, marcó el tercer gol con un delicioso golpeo de exterior tras un robo de Isco, gozando de la laxitud defensiva rival.

El final fue un trance para un Valencia que consiguió marcar en el descuento, gracias a un penalti por mano de Ramos que solo vio el VAR, constantemente a merced del Madrid y sin energía para plantar cara. Zidane tuvo tiempo para darle minutos a James Rodríguez, que volvía de lesión, y a un motivado Mariano que no había jugado en partido oficial esta temporada.