Jarlinson Pantano no es un ciclista colombiano a la vieja usanza. Sube bien, por supuesto, pero también cumple las órdenes de Alberto Contador. Y cuando el ciclista madrileño le manda, a más de 50 kilómetros de la meta, que ponga cuneta, que acelere, que trate de cortar al pelotón porque sopla el viento de costado y a lo mejor algún favorito se despista, entonces él asume las consignas de su líder. Y, poco después, aparece Chris Froome y el Sky sustituye al Trek en el intento de buscar un lío a alguien. ¿Es verdad que no se recuerda una etapa como la de ayer en la que no fructificó ni una escapada? Pues sí. ¡Pero qué más da! Con el aire amenazante apenas hubo momentos de tedio. Y sí muchos nervios.

La Vuelta se despedirá hoy de Francia, de su definitiva careta de Tour, para penetrar en Andorra y los Pirineos, en una etapa de montaña que llega tan temprana que preocupa a algunos favoritos que aún no saben si ya están suficientemente preparados para escalar cumbres como La Rabassa, sobre todo, y La Comella, aquella pequeña cima que ascendía la añorada Setmana Catalana.

CARTAS SOBRE LA MESA / A Contador se le vieron las ideas, como a Froome y a Vincenzo Nibali, dañado porque perdió a su gregario andaluz, Javier Moreno, que se estampó contra el suelo junto al ciclista marroquí Anass Ait El Abdia. Se cayeron en un puente y tuvieron que decir adiós a la ronda española, mientras los favoritos dejaron entrever que se han apuntado a la carrera con la intención de ganarla.

Y por si fuera poco, en apenas dos etapas, una contrarreloj por equipos y una jornada predestinada a un esprint que no se produjo, ya se empiezan a ver diferencias con solo 217 kilómetros recorridos. Contador ya se ha dejado 32 segundos en relación a Froome, siempre el mejor entre los favoritos, aunque en Gruissan, zona de playa muy próxima a Narbona donde el viento soplaba con rabia, Nibali recortó 8 segundos al cuatro veces vencedor del Tour y al resto de favoritos.

Y, encima el Quick Step, donde corren el catalán David de la Cruz y el mallorquín Enric Mas -ambos quieren hablar en voz alta en esta Vuelta- se preparó para provocar con éxito el corte en el pelotón que ni el Trek de Contador ni el Sky de Froome habían logrado poco antes. Sucedió en el último suspiro. Con el viento como aliado el conjunto belga consiguió que todos llegaran a meta en pequeños grupos y el triunfo en solitario, aunque fuera por un metro, del nuevo líder de la carrera, el belga Yves Lampaert.