La borrasca Gloria aparecen como obstáculos en el camino hacia los octavos de final de la Copa del Rey, competición que esta temporada, sin Europa League y por el nuevo formato, adquiere una inusitada relevancia para el Villarreal CF. La sufrida clasificación en Los Arcos ante el Orihuela, de la categoría de bronce, en la ronda anterior (en la prórroga, con un gol en el minuto 117, frente a un rival que entonces era colista en Segunda B) es un aviso de plena vigencia, así como el del pasado domingo, cuando otro colista, el de Primera, abortó la escalada del Submarino hacia la añorada zona europea.

Después de causar estragos en la provincia, Gloria, desplazada hacia el norte, afectó, aún más si cabe, al Submarino. De entrada, alterando los planes de la expedición. El Villarreal, que no pudo ejercitarse ayer, tuvo que desplazarse en tren en vez de en avión por las rachas de viento de hasta 80 km/h que no aseguraban el aterrizaje en el aeropuerto de Girona, aunque la vuelta, tras el partido, sí está prevista por la vía aérea. De hecho, los de la Plana Baixa llegaron a tierras gerundenses con un cuatro de hora de retraso por culpa del tiempo.

¿EL PARTIDO, EN PELIGRO?

Con todo, los efectos de la devastadora borrasca no quedan ahí, hasta el punto de que no resulta descabellado pensar que el partido esté en peligro. Las previsiones meteorológicas durante la estancia de los amarillos en Girona apuntan a un 100% de precipitaciones, con un acumulado, entre lo que ha llovido los últimos días y las próximas horas, de hasta 300 litros. Alerta naranja, aunque todo apunta a una mejoría a lo largo del día, cruzando los dedos para que el drenaje del campo de Montilivi cumpla su función.

SIN ASENJO NI ALBIOL

En lo deportivo, aún bajo los efectos de la cesión de Karl Toko-Ekambi al Olympique de Lyón, el ataque sigue bajo mínimos con la baja de Gerard Moreno, a quien Javi Calleja espera recuperar el sábado para Mendizorroza. El entrenador madrileño ha desplazado a 19 futbolistas, con los descartes del delantero barcelonés y Bruno Soriano por cuestiones físicas, más Sergio Asenjo y Raúl Albiol, a los que da descanso. Santy Cáseres, más fuera que dentro del Villarreal, tampoco.

Manu Morlanes, ausente ante el Espanyol por lesión, regresa a una lista en la que Ramiro Guerra y Fer Niño son los dos únicos aportes del filial, ya que el Submarino se toma la Copa muy en serio, ya que es otra vía para poder lograr plaza europea.

Con la rotación asegurada en la portería (Andrés Fernández) y en defensa (Peña, Pau Francisco Torres, Funes Mori y Xavi Quintillà bien podrían formar la defensa), además de Carlos Bacca arriba, Calleja deberá elegir el resto del centro del campo y quien se arrima más al colombiano.

El presumible mal estado del césped podría alterar la idea inicial del técnico groguet y apostar por algo más de músculo.