El filial amarillo se impuso al Peralada en un partido complicado en el que los pupilos de Miguel Álvarez tuvieron que emplearse a fondo ante un rival que le rivalizó la posesión de la pelota al Mini Submarino. Por otro lado, cabe destacar la importancia de la victoria a domicilio después de tres meses sin poder celebrar un nuevo triunfo lejos del Mini Estadi de la Ciudad Deportiva.

El equipo de Álvarez se mostró muy efectivo, algo que fue decisivo para tumbar un Peralada que también dispuso de ocasiones, no obstante, la zaga amarilla se mantuvo segura y sobria. El filial vila-realense tuvo que desarrollar el otro fútbol, el del oficio, la garra, el del saber estar y el pundonor en cada uno de los instantes del encuentro.

Al Villarreal B le costó salir con el balón controlado desde atrás debido a la presión alta que efectuó el conjunto catalán. Ello limitó el juego habitual de toque y fútbol combinativo. El local Maxi Villa tuvo la primera ocasión del partido con un potente disparo que desvió el cancerbero Cantero, poco después, fue Soni quien tuvo la oportunidad de gol más clara, en un remate de cabeza, solo ante el portero visitante, pero mandó el esférico arriba.

Saber estar // Pero los de la Plana Baixa actuaron con oficio, defendieron cuando el partido lo debía, ofreciendo pocas concesiones al adversario, y ajusticio cuando tuvo oportunidad para hacerlo. El Villarreal B se avanzó en el marcador en un contragolpe muy rápido que culminó el atacante Mario González, con un tiro ajustado al palo. Con la ventaja mínima del Mini Submarino se llegó al tiempo de descanso.

En la segunda parte las fuerzas se igualaron. El dominio del balón estuvo más repartido y las ocasiones de gol tardaron en llegar. En la primera de ellas, a los once minutos de la reanudación, el atacante local Soni aprovechó un error defensivo para encarar Cantero y hacer el tanto del empate. El gol dio más fuerza al Peralada, que dispuso de alguna que otra ocasión para hacer el segundo, sobre todo con un tiro de Romero, desviado por poco.

Gol y victoria // Pero el equipo de Miguel Álvarez resistió y aguardó a tener su oportunidad para volver a adelantar al equipo en el marcador. En otra contra, Dalmau volvió a poner por delante a los suyos. El gol fue un golpe muy duro para el Peralada, que apenas tuvo capacidad de reacción. Los amarillos incluso pudieron sentenciar antes de alcanzarse el tiempo reglamentario. No en vano, el Villarreal B marró un penalti con el que pudo enviar el partido a la nevera en caso de haberlo transformado. Pero Dalmau mandó fuera la bola.

A la postre, segunda victoria consecutiva del filial amarillo tras imponerse ante el Deportivo Aragón, y cerrará el año 2017 en zona de promoción.