El Villarreal B ha entrado en una negativa dinámica de la que no es capaz de salir. Son siete las jornadas que acumula el equipo de Miguel Álvarez sin conocer la victoria. Por ello, el partido de esta mañana (12.00 horas), ante el Gimnàstic en Tarragona, tiene que marcar un punto de inflexión para un equipo acostumbrado a estar en la zona alta de la tabla en los últimos cursos.

Sin embargo, el contexto actual es muy diferente. Los amarillos están más cerca de la zona de descenso (cinco puntos de ventaja sobre la plaza de play-out) y a seis de la zona de promoción.

Pero el Mini Submarino no lo tendrá fácil en el Nou Estadi, puesto que el Nàstic es otro desde que Toni Seligrat cogiera el testigo de Xavi Bartolo. Los grana suman dos victorias consecutivas (ante Ejea y Prat) y reciben a los de la Plana Baixa con la mirada puesta en recuperar el terreno perdido tras un inicio flojo.

El preparador jiennense destaca que su equipo «está trabajando con mucha intensidad e ilusión, ajustando pequeños detalles que nos permitan volver a la senda de la victoria». «La exigencia nos va a llevar a ser cada día mejores», apostilla Álvarez.

No obstante, el entrenador del filial es consciente de la complejidad del choque: «El Nàstic tiene una de las mejores plantillas de la categoría. Tiene un nuevo entrenador que es competitivo y exigente sin balón. Es un escenario muy complicado, pero debemos ir con la idea de practicar nuestro juego», constata. Álvarez, por otro lado, no podrá contar con los lesionados José Manuel, Simón Moreno y Akale; ni con el sancionado Goyo Medina.