El Villarreal B sufrió para conseguir su pase a las semifinales del play-off de el ascenso a 2ª A. Los groguets vieron como el Athletic B se adelantó en el minuto 6 con un gol de Guruzeta y ampliaba su ventaja en el 21 con otro de Gil. El resto de partido fue más esfuerzo y sacrificio que buen fútbol.

El encuentro comenzó con el filial amarillo buscando asentarse y un Athletic B más enchufado, con ilusión por la remontada. Un mal rechace del Pau casi nada más empezar se pagó con el 0-1. Primer jarro de agua fría para los casi 4.000 espectadores de la Ciudad Deportiva. El Mini Submarino quedó aturdido por el golpe, pero con un par de internadas del habilidoso Samu Chukwueze se rehizo. Cuando parecía que el Villarreal B se volvía a conectar al partido llegó un nuevo mazazo, esta vez con un 0-2 que marcó casi sin querer Gil, que desvió el disparo inicial de López para despistar por completo a Cantero.

El Athletic B había conseguido su objetivo de meterse de lleno en la eliminatoria y el Villarreal B se vio de repente en un escenario muy incómodo. Los de Álvarez apenas llevaban peligro sobre la portería rival y cuando los cachorros se acercaban a la meta de Cantero lo hacían con mucho peligro. Rozando el descanso el delantero visitante Benito estrelló el cuero en el palo, poniendo el miedo en el cuerpo a los jugadores locales y a los espectadores amarillos.

Tras el descanso, Álvarez comenzó a cambiar piezas. Mario González salió en sustitución de un gris Chuca, movió a Darío a la izquierda y el burgalés formó dúo en ataque con Dalmau para aportar la chispa necesaria. Pero fue Benito el que volvió a dar un vuelco en el corazón de la afición grogueta cuando remató de cabeza un centro desde la izquierda de López y el esférico salió lamiendo el palo de la portería de Cantero. El empuje de la afición tuvo que estimular a los canteranos del Villarreal. En los minutos finales las emociones se apoderaron de la estrategia. La tensión se hizo patente en la prolongación, cuando hubo encontronazos entre los jugadores y con el árbitro por decisiones discutibles. Al final, amago de tángana que acabó en nada y ahora toca esperar al nuevo rival de un Villarreal B que supo sufrir.