El Villarreal B dio un paso más para lograr el título de liga del grupo III de Segunda División B. Lo hizo con una trabajada victoria frente a un necesitado Pobla de Mafumet, que se jugaba su continuidad en la categoría.

El primer tiempo comenzó con el típico tanteo posicional por parte de ambos equipos. Con apenas el transcurso de unos minutos ya quedó más que claro el tipo de partido que se estaba disputando, una final. Las líneas defensivas del cuadro tarraconense, carentes de fisuras, y la presión asfixiante en el centro del campo amarillo, dejaban patente que este no iba a ser un encuentro típico en el Mini Estadi.

Los amarillos estuvieron a la altura de la situación y, con el mono de trabajo puesto, batallaron cada porción de terreno en el centro del campo. El primer periodo se caracterizó por la presión, un ritmo de juego rápido y defensas férreas que apenas dejaban espacios y, si los dejaban, no tardaban en corregir la posición y cortar el peligro.

Las idas y venidas en el centro del campo morían siempre frente al área rival. El inicio del segundo periodo presentó a un mini submarino más dispuesto a llevarse el partido. Con la confianza plena de que atrás estaban siendo contundentes, los hombres de arriba del Villarreal B salieron con un punto de intensidad superior, así forzaron un córner en el minuto 48, que se encargó de botar Alfonso para la llegada inapelable del goleador, Fran Sol, que cabeceó de forma contundente al fondo de la red batiendo a Nauzet.

Los pupilos de Paco López se hicieron con el control del partido en todos los aspectos. Si el marcador ya estaba a su favor, los otros aspectos del juego no tardaron en decantarse a favor del segundo equipo del Villarreal. Los banquillos empezaron a moverse, pero la igualdad del primer tiempo ya se había esfumado.

Superioridad local // El partido estaba claramente donde lo querían los locales, que con una presión alta ahogaban a los catalanes, y de esta forma llegó el segundo gol amarillo. Ante la confusión defensiva por un fuera de juego posicional de Sol, Alfonso aprovechó para marcharse solo hacia la portería rival y salvar la salida del meta con un pase hacia el centro del área donde Carlos Martínez empujó la bola a la red.

El Villarreal B pudo ampliar la ventaja, pero unas veces por mérito del portero y otras por deméritos de los atacantes groguets, el marcador no se movió más. El resto del encuentro hasta el pitido final sirvió para ver debutar como amarillo al delantero procedente del Eldense, Carlos López, participativo en el juego de ataque. La nota negativa la dejó la expulsión de Adrián Marín, al ver su segunda amarilla al simular una falta dentro del área.

A falta de una jornada, los amarillos dependen de sí mismos para ser campeones de grupo, ganando al Espanyol B no deberán esperar el pinchazo del Reus. H