El filial del Villarreal cedió un empate en su feudo ante el Llagostera-Costa Brava. Los amarillos intentaron durante todo el partido perforar la portería visitante sin éxito, mientras que los de Girona apenas se limitaron a defenderse con todo y esperar algún contraataque que no llegó.

El inicio del partido fue sosegado. Ambos cuadros se situaron sobre el terreno de juego con prudencia táctica. Sin embargo, el filial amarillo tomó la ventaja de adaptación del que juega en casa y comenzó antes a pisar con peligro el área rival. En el minuto 7 se acercaron los amarillos con un tímido cabezazo de Dalmau. Por su parte, los gerundenses apenas se acercaron al área.

Después, los locales se hicieron con el control del partido con Dani Raba como maestro de la pista. El 10 amarillo no solo repartió juego, sino que además estuvo muy cerca de adelantar a su equipo en dos ocasiones. En la primera oportunidad chutó muy flojo a manos del meta catalán tras una pared con Acosta, y en la segunda ocasión disparó desde la frontal para que el esférico saliera rozando el palo derecho.

La ocasión más cercana para el filial la tuvo Imanol al recoger un balón suelto tras algo parecido a una melé de rugby en un saque de esquina. Sin embargo, su disparo a bocajarro lo atajó el portero visitante. La primera mitad llegó a su fin no sin antes tener su dosis de polémica: Dalmau vio la amarilla por supuestamente fingir un penalti y se sucedieron dos entradas fuertes de Cristian y el capitán catalán, Pitu.

Tras reanudarse el encuentro, el Mini Submarino siguió intentado acercarse al área rival mediante el control del juego y la posesión. La única novedad llegó por parte de los de la Costa Brava, que chutaron a puerta desde la lejanía para que Fuoli se desperezara y luciera sus buenas maneras como guardameta de paso.

QUERER Y NO PODER // El partido se fue estancando en un quiero y no puedo del filial groguet, que no paró de intentarlo, quizás incluso demasiado, con centros laterales. Los catalanes poblaron su defensa y se limitaron a despejar el peligro, esperando una oportunidad que les acercase a la portería de Diego Fuoli.

En el minuto 80 llegó una buena noticia para la afición local cuando volvió a pisar la alfombra verde del Mini Estadi después de una larga lesión el aragonés Manu Morlanes. El final del partido se le echó encima al Mini Submarino, que no pudo doblegar la férrea defensa del Llagostera.

Llegado el final, el empate supo a poco al Villarreal B, pero supo a gloria al cuadro catalán, que supo sufrir hasta el último minuto de los cinco de prolongación del descuento. El conjunto de Javier Calleja pierde el liderato, pero ya piensa en recuperarlo. El primer paso, será conseguir los tres puntos en la visita de la próxima jornada al feudo del Alcoyano.