Diego Collado marcó un golazo en el minuto 32 que sirvió para que el Villarreal B rompiera las malas rachas acumuladas durante los 56 últimos días, cuando el filial no sumó ninguna victoria en su casillero. Se ganó en el campo del Nàstic de Tarragona, con oficio y con sufrimiento en los últimos minutos, ante un señor rival que se quedó con diez futbolistas en el minuto 18 por la expulsión de Javi Bonilla.

Cuatro novedades presentó el once del filial amarillo en relación al último presentado en casa contra el Badalona. Miguel Álvarez le devolvió la titularidad al central Carlos Blanco (exNàstic) y al lateral diestro Andrei Florin; y en el centro del campo fue titular el granadino Diego Collado, así como el delantero Álex Millán.

El encuentro arrancó con un Nàstic que quiso imponer su ley ante un Villarreal B que se plantó bien en el campo y, poco a poco, fue teniendo el balón y el control. No se había fabricado ninguna ocasión clara en ninguna de las dos áreas cuando los tarraconenses se quedaron con diez efectivos por una brutal entrada del soriano Javi Bonilla sobre Álex Baena. El árbitro le mostró la roja.

Golazo de Collado / Con esa superioridad numérica desde el minuto 18, el filial amarillo tuvo más presencia en el partido. Tocó por el centro y las bandas. Y el primer lanzamiento a portería acabó en gol. O en golazo, porque el granadino Diego Collado, que jugaba por el carril diestro, lanzó un espectacular zurdazo desde lejos y el balón, tras pegar en el palo derecho de Bernabé Barragán, acabó besando las mallas. Ese gol fue protestado porque la afición interpretó que la acción del 0-1 vino precedida de unas manos de Carlos Blanco en la frontal del área amarilla.

Sea como fuera, la acción siguió y acabó con el golazo del juvenil Collado. El primer tiempo murió con un Nàstic que no lanzó ni una vez a portería (solo sacó dos córners) y un Villarreal B que controló la situación, aunque con la superioridad numérica sacó poca renta (solo el 0-1).

Presión local / La segunda parte arrancó con un acoso y derribo de la escuadra romana de Toni Seligrat. Primero con una gran parada de Diego Fuoli (min. 48) a tiro de Pol Valentín y un posible penalti sobre Perone que el árbitro no señaló. Poco a poco se recompuso el filial y tranquilizó el partido. El recién ingresado Sergio Lozano estuvo a punto de anotar el 0-2 en el minuto 60, pero el meta local rechazó a córner.

Iba muriendo el encuentro al ritmo que le imprimió el Villarreal B, que también pudo sentenciar en el minuto 77 con un lanzamiento de Iván Martín desde la frontal del área que rechazó el cancerbero local Bernabé. El Nàstic no tenía las ideas claras y la escuadra grogueta movió sus hilos para que el 0-1 no fuese neutralizado. Y no lo fue. Se ganó.