El filial del Villarreal cuajó un gran partido en San Mamés para dejar muy encarrilado su pasaporte a la siguiente ronda de la promoción de ascenso a Segunda. Los goles de Dalmau, en el último suspiro del primer acto, Samu, al inicio de la reanudación, y Raba ajusticiaron a los cachorros que únicamente marcaron merced a un penalti inexistente.

El técnico Miguel Álvarez apostó por un 4-4-2 con Roger Riera en el costado derecho de defensa y Quintillà en el izquierdo acompañados por Pau y Juan Ibiza en el eje de la zaga. Imanol y Morlanes formaron el doble pivote en el centro del campo con Chuca y Samu en bandas, Raba en la mediapunta y Adrià Dalmau como única referencia ofensiva.

El Villarreal B comenzó enseñando los dientes a su rival desde los primeros compases de la contienda. De hecho, el nigeriano Samu, tras una magnífica acción individual en la que dribló a cuatro contrarios, disparó a puerta en el interior del área pero su remate lo rechazó a córner el zaguero Unai Bilbao. A renglón seguido, fue el atacante Dalmau quien probo fortuna, pero su chut lo atajó el meta Unai Simón.

Partidazo en mayúsculas // Sin embargo, con el paso de los minutos, el filial vizcaíno adelantó líneas y tuvo algún que otro acercamiento a la puerta amarilla, eso sí, la primera ocasión de relativo peligro de los locales no llegó hasta la media hora de juego con un lanzamiento de falta ejecutado por López, pero no encontró portería por poco.

El Mini Submarino tenía la posesión, mientras que los vascos buscaban la contra. Si bien es cierto, en la recta final del primer acto el Athletic B apretó, de hecho gozó de dos ocasiones. La primera de Unai Bilbao que salvó Juan Ibiza bajo palos, después, tras un córner, Nolaskoain fue quien envió el cuero fuera.

Pero cuando el partido se iba al descanso llegó el tanto del filial amarillo, tras una jugada de Raba, que remató en dos ocasiones, Dalmau aprovechó el rechace del meta Unai Simón para abrir el marcador en San Mamés, un tanto psicológico.

Goles psicológicos // Pero si el Villarreal B dio un golpe de efecto en las postrimerías del primer acto, igual o más notable fue el que dio a los cuatro minutos de la reanudación. Samu, en una acción individual, tras diblar a un rival en el interior del área, ajustó el balón a la cepa del palo para abrir brecha en el electrónico.

El equipo de Miguel Álvarez tenía el partido donde quería, con dos goles a favor en campo contrario, con lo que ello supone en una eliminatoria. Pero el cuadro vasco no había dicho su última palabra, de hecho, un centro de Benito obligó a intervenir al cancerbero Ander Cantero.

Pero Samu seguía haciendo de las suyas, tuvo una muy clara pero, minutos después, cedió un buen pase para que Raba, tras recortar a un rival, marcó un golazo inalcanzable para el meta. Parecía que la eliminatoria podía estar definida pero el Athletic metió emoción al partido con un penalti inexistente de Pau sobre Guruzeta. El mismo Guruzeta fue el encargado de materializar la pena máxima.