El Villarreal B no pudo sumar nada positivo en Son Malferit, donde tuvo que luchar contra su rival pero también contra todos los elementos. El filial se encontró con un rival guerrillero que supo plantear bien su partido y sacar tajada de su campo, de dimensiones reducidas y sintético, todo unido a un arbitraje excesivamente permisivo con algunas acciones del cuadro local.

Un solitario gol de Hugo Díaz, a doce minutos de la conclusión del choque, justo cuando mejor estaba el equipo de Miguel Álvarez, valió para que los baleares se llevaran un triunfo que les consolida al frente de la clasificación.

El conjunto amarillo se plantaba en Son Malferit con hasta siete bajas, cuatro por lesión, las de Lozano, Franquesa, Villa y Mario, además de las de Chukwueze, Morlanes y Quintillà, citados con el primer equipo.

Con todo, el Mini Submarino salió de inicio al campo del líder con un 4-4-2, formado por Andrei en el lateral derecho, Riera y Carlos Blanco en el eje de la zaga y Pepe Castaño, readaptado al flanco izquierdo de la defensa. Ramón Bueno y Lomotey estuvieron en el centro del campo, con Iván Martín y Fran en las bandas, y Simón junto a Rubén Mesa formando tándem ofensivo.

Inicio adverso // El Villarreal B no se mostró cómodo durante los primeros compases de encuentro, y es que el Baleares realizó una presión alta que dificultó la fluidez en la salida de balón grogueta. De hecho, en una mala salida de balón llegó la primera ocasión de gol, la tuvo en sus botas Adri, pero su disparo se marchó fuera. Los mallorquines desarrollaron un juego directo, basado en las segundas jugadas en ataque, aunque con el paso de los minutos el filial amarillo se quitó de encima el dominio local.

No era un duelo para derroches técnicos: las reducidas dimensiones del terreno de juego de Son Malferit y el estilo de fútbol balear --poco dado las florituras precisamente, sino más bien a la brega y a la casta, casi rozando el límite del reglamento-- complicó, y de qué manera, que los vila-realenses pudieran desarrollar su juego. Sin ir más lejos, a la media hora de partido los locales pudieron avanzarse en un córner que rechazó Fuoli, pero el balón golpeó en la espalda de Lomotey, complicando la vida a la zaga.

La oportunidad más clara del equipo de Álvarez llegó en la recta final, a cuatro minutos del descanso, cuando un gran pase de Fran al espacio lo tocó de forma sutil Iván, pero el meta le sacó la bola en el mano a mano.

En la segunda parte, el contexto del duelo fue similar al primero, con un Baleares que buscaba balones en largo para crear dificultades, todo lo contrario que un Villarreal B. Los amarillos pretendían trenzar un juego elaborado, eso sí, y también más pausado que en el primer acto. A pesar de todo, los amarillos se mostraron firmes y contundentes en defensa, sin apenas conceder espacios.

Duro golpe // Poco antes del cuarto de hora de la reanudación, Andrei probó fortuna con un tiro cruzado demasiado flojo que atrapó el portero Carl. Paulatinamente estaba llegando con peligro el filial groguet, Ramón remató con la testa rozando el larguero en un córner. Las llegadas visitantes no cesaban, en la siguiente Iván colocó un balón franco a Simón Moreno pero un zaguero local envió el cuero a la esquina.

Pero cuando mejor estaba el Villarreal B y menos peligro generaba el Baleares llegó el jarro de agua fría para el conjunto de la Plana Baixa. A los 78 minutos de partido Canario, en el corazón del área, servía una asistencia a su izquierda, donde estaba Hugo Díaz, que desde una posición algo escorada, batió al meta Fuoli con un chut cruzado. El gol obligó al Villarreal B a buscar el tanto del empate a la desesperada pero la diana salvadora ya no llegó.