El Villarreal B sumó ayer un punto ante el segundo clasificado, al que mantiene a tres puntos, pero se quedó con un sabor agridulce, sabedor de que dejó escapar una oportunidad de oro para abrir brecha en la tabla. Y es que ayer los de Paco López no pudieron abrir la hermética y aguerrida defensa de un Reus Deportiu que se quedó con uno menos al borde del descanso y vio cómo en la segunda mitad le expulsaban a dos hombres más, quedándose con ocho cuando restaban diez minutos de encuentro.

La intensidad y el juego rápido fue la tónica en un partido que se antojaba una auténtica final y que se vio mermado por la actuación arbitral. Al final, justo empate por el derroche defensivo de los visitantes en inferioridad numérica, que hicieron quedar en nada la posesión y el ataque de los groguets durante buena parte de un partido en el que ambas dianas llegaron pronto.

De hecho, antes del minuto 10 los catalanes ya habían golpeado gracias a un buen remate de Franch, pero dos minutos después el filial amarillo, gracias al ruso Anton, lograba la igualada.

El duelo había arrancado con un toma y daca entre ambos contendientes, pero pronto los amarillos se adueñaron del balón, del juego, e iniciaron su asedio sobre una bien defendida meta rival.

Carrusel de expulsiones // Fruto de ese asedio amarillo, y la consiguiente respuesta defensiva del Reus, los visitantes empezaron a cargarse de amonestaciones hasta que en el minuto 42 Alberto veía su segunda amarilla y dejaba a su equipo con diez.

Tras el paso por vestuarios, la segunda mitad tuvo más polémica que oportunidades de gol. El Villarreal B saltó al campo con la seguridad de la superioridad numérica y afianzó su juego en campo contrario, mientras la defensa del Reus se juntó en torno a su área, férreos en el marcaje y rápidos en la cobertura.

No llegaba el gol del triunfo para el Mini Submarino, pero lo que sí llegó fue el carrusel de expulsiones en el Reus. Primero Dinis y luego Vítor por protestar abandonaban antes de tiempo el campo, pero el Villarreal B, a la postre, no logró abrir la espartana defensa catalana. H