No pudo ser. El Villarreal B no consiguió superar a un correoso Logroñés, que sorprendió a los diez minutos con un gol de Iker Alegre y acabó apartando del sueño del ascenso al filial groguet. Los jóvenes jugadores del Mini Submarino no decayeron y siguieron con dominio e intensidad buscando el empate, que llegó doce minutos después con un disparo de Rodri desde dentro del área. Con superioridad numérica tras la expulsión de Cruz, los locales no fueron capaces de remontar y ganar un partido que tenían a favor y que, poco a poco, se les fue escapando de las manos.

Los primeros compases del partido marcaron con claridad las emociones que se iban a vivir durante todo el encuentro. Tensión, nervios, intensidad, multiplicado por cien, como en las grandes finales. Los de Paco López impusieron su juego desde el pitido y además le imprimieron un ritmo alto. Las circulaciones de balón rápidas y el rigor defensivo en la medular parecían poner de cara el partido para el filial amarillo.

MAL COMIENZO // Justo cuando la parroquia se lo comenzaba a creer llegó el jarro de agua fría, fue en el minuto 10 cuando el Logroñés se estiró al contragolpe, Iker Alegre controló un balón desde la derecha en la frontal del área y conectó un disparo que tras tocar en la pierna de Marcos Mauro, se envenenó y desvió hacia el fondo de la red. Duro golpe para un filial que, sin embargo, no tardó en reponerse.

Los siguientes diez minutos fueron clave para el devenir del encuentro, los amarillos fueron progresando en su fútbol y sus hombres de ataque no cesaron en su intento por trenzar jugadas que llevaran peligro al área riojana. En una de estas jugadas de combinación, el esférico llegó hasta Alfonso en banda izquierda, que centró raso hacia el punto de penalti y Rodri, imparable, dirigió el balón junto a la cepa del palo derecho la portería logroñesa, lejos del alcance del portero.

Con el empate los ánimos locales se levantaron y el Villarreal B dominó toda la primera mitad, encerrando al equipo visitante en su propio campo. La escuadra vila-realense rondó el área rojiblanca, pero el gol de la ventaja se resistía. Cuando parecía que iba a morir la primera parte del partido, Adrián Cruz veía la segunda amarilla y dejaba a su equipo en inferioridad numérica toda la segunda mitad del partido. Pintaba muy bien para el filial groguet...

DOMINIO SIN GOL // El segundo acto comenzó como se esperaba, con el cuadro riojano encerrado y con el Villarreal B volcado al ataque. Aunque el dominio del juego estaba del lado local, los nervios empezaban a hacer mella en las jugadas de los amarillos, mientras que los visitantes aprovechaban la precipitación del Mini Submarino para hacerse muy fuertes en defensa.

Con el paso de los minutos los nervios aumentaron sobre el verde y en las gradas. Los cambios se fueron sucediendo unos para afianzar líneas, en el caso de los visitantes, y otros para revolucionar el ataque, caso del segundo equipo del Villarreal.

El Villarreal B puso toda la pólvora sobre el campo pero ni con esas lograron acariciar el gol. Con la emociones a flor de piel se llegó a un final agónico en el que el filial se quedó sin el objetivo que tanto merecieron y trabajaron durante la temporada. H