Tirando de épica. El Villarreal B logró ayer tres puntos clave en sus aspiraciones de ascender a Segunda División. En casa del Valencia Mestalla y resistiendo el envite local durante veinte minutos con dos hombres menos.

Los de Paco López se doctoraron en esfuerzo y sufrimiento en el Antonio Puchades para continuar como líderes y tres puntos por encima del Reus cuando restan seis envites para cerrar la fase regular con la promoción de ascenso en el horizonte amarillo.

Y lo hicieron en un encuentro que dejó bien a las claras que además de mucho fútbol, los jugadores del Villarreal B tienen el sacrificio grabado en su ADN competitivo cuando el juego asociativo no basta para sacar adelante las batallas futbolísticas.

Así lo demostraron en el derbi autonómico con un primer tiempo en el que quisieron el esférico y supieron hacerlo correr sobre el verde de Paterna y otro, el segundo, marcado por la inferioridad numérica desde sus inicios.

El OPORTUNISMO DE SOL // Pero antes de ver cómo las expulsiones menguaban el potencial del filial, en el primer acto el Mini Submarino supo anular el empuje inicial valencianista para encarrilar su 18ª victoria. Lo hizo gracias a su guardameta, Aitor, que cumplida media hora de juego abortó con una gran estirada la ocasión che más clara pero, sobre todo, gracias al oportunismo de uno de sus hombres gol.

Fran Sol, que con la de ayer ya lleva 13 dianas esta temporada, fue el más listo de la clase dentro del área valencianista para adelantarse a los zagueros locales y con un certero cabezazo anotar el que a la postre sería el único tanto en el duelo regional.

DOBLE EXPULSIÓN // Con el tanto amarillo y los de Paco López controlando el choque se llegaría al descanso. Tras el paso por vestuarios, nada hacía presagiar que el guión iba a cambiar... hasta que llegó la primera de las expulsiones. Con 43 minutos por delante Shvets veía la segunda amarilla, el Villarreal B se quedaba con un hombre menos y, además, espoleaba al Valencia Mestalla.

Empezaba entonces el sufrimiento del cuadro groguet. Los locales adelantaron líneas, tomaron la iniciativa y empezaron a asediar la portería de Aitor.

Además, el sufrimiento amarillo se duplicó con la expulsión de Edgar Ié a veinte minutos para el final pero una gran actuación de Aitor y el saber hacer del Mini Submarino certificó un triunfo más que trabajado y valioso. H