El filial del Villarreal se llevó los tres puntos en un difícil partido ante el CD Ebro gracias a sus laterales, que abrieron la férrea defensa maña con un tempranero gol de Pajarero en propia puerta y un disparo seco de Quintillà cuando ya se acercaba el final del partido. Los visitantes pusieron en apuros al Mini Submarino en la segunda parte, pero no pudieron remontar los goles de los amarillos gracias a la seguridad de Ander Cantero bajo palos.

El principio del partido fue muy igualado. El Villarreal B, como siempre en su estadio, tomó la iniciativa con el esférico mientras que el Ebro planteó una estructura defensiva compacta.

El Mini Submarino abrió el campo con su laterales y no le pudo dar mejor resultado. En el minuto 9 subió por banda derecha Miguelón y un centro suyo con mucha intención tocó en el primer palo al zaguero visitante Pajarero, colándose en la portería aragonesa y poniendo el 1-0.

Tras el descanso, la salida de Dalmau dio aire al ataque amarillo y Pedro, otro de los cambios de Miguel Álvarez, dio aún más alas al centro del campo local con su habitual descaro y calidad. A estas alturas la figura del portero navarro del Mini Submarino, Ander Cantero, ya se había erigido con paradas de mucho mérito, que salvaron a su equipo.

Pasado el minuto 80, en un balón rechazado sobre la frontal, el lateral izquierdo amarillo, Quintillà, cazó el cuero y conectó un disparo seco que se coló en la portería tras rozar la bota de un defensa rival. Con el 2-0, el cuadro local consiguió la ansiada tranquilidad de cara a los minutos finales y se llevó una victoria para seguir en lo más alto.