No pudo ser. El Villarreal B partía con una desventaja notable del partido de ida (0-2), eso sí, el Mini Submarino dio la cara. El filial groguet se avanzó en el marcador y se topó con la madera en hasta dos ocasiones. Mala fortuna, demasiada.

El conjunto amarillo formó con un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo, formado por Ramón Bueno, Iván Martín, Morlanes y Villa, por detrás de Mario González y Simón Moreno. Atrás estaba la principal variación, con Fuoli en portería escudado por Andrei, Roger Riera, Pepe Castaño, supliendo al sancionado Carlos Blanco, y Quintillà, como escuderos en línea de retaguardia.

El Mini Submarino salió a por todas desde el pitido inicial, sin nada que perder y mucho que ganar. La intensidad, la movilidad en el centro del campo y la presión alta de los amarillos inclinaron la balanza para los visitantes, al menos en cuanto a juego.

Simón Moreno dispuso del primer acercamiento con un remate que, finalmente, no encontró portería. Héber Pena replicó con un peligroso remate de cabeza que se saldó sin mayores consecuencias. Pero al cuarto de hora de juego los amarillos protagonizaron la ocasión más clara del primer acto, y además doble. Los groguets ejecutaron sendos córners que pusieron en aprietos a los norteafricanos, el primero con un remate del atacante Simón Moreno y el segundo con otro en el que el balón golpeó en el larguero y botó, al parecer, sobre la línea de gol, o no...

El duelo estaba muy abierto y eso conllevaba peligros, y Menudo cerca estuvo de aprovecharlo con un chut desde fuera del área al que respondió con seguridad el arquero Fuoli. El Melilla sabía que marcando un gol dejaba la eliminatoria prácticamente sentenciada y el equipo azul cobalto estuvo cerca de conseguirlo en una doble oportunidad de Otegui y otra de Menudo, nuevamente.

Esperanza // Pero el gol llegó y lo hizo en amarillo, con un tanto de Mario González previo centro del lateral izquierdo Quintillà. El Villarreal B se metía en la eliminatoria y justo cuando más duele, a cuatro minutos del descanso.

Tras el tiempo de asueto el filial amarillo salió con una marcha más y buena muestra de ello fueron las dos ocasiones de gol de las que gozaron los amarillos. La primera de ellas de Mario González, que disparó desde fuera del área y se encontró con las manoplas del cancerbero Dani Barrio. A renglón seguido, la tuvo Dani Villa en el segundo palo, pero su remate se marchó por encima de la portería local.

El técnico Miguel Álvarez sustituyó a Simón dando entrada a Nikola y también a Akale sacrificando al mediocentro Manu Morlanes. Poco a poco fue cambiando la decoración del duelo en el Álvarez Claro, y es que el conjunto de Luis Carrión acumuló futbolistas en el línea medular y lo que dificultó la fluidez en el juego amarillo. De hecho, los locales comenzaron a jugar más en campo contrario e incluso gozaron de ocasiones para empatar el partido y complicar un poco más la eliminatoria al Mini Submarino.

En una de las incursiones azulinas llegó el gol que significó el empate a uno. Una jugada por banda derecha de Moha terminaba con un centro que conectó Menudo, en el interior del área, para rematar a la media vuelta y batir a Fuoli con un disparo raso.

El Villarreal B igualmente necesitaba dos goles más, eso sí, el tanto encajado eliminaba el comodín de la prórroga en caso de marcar un segundo tanto. Moha pudo firmar la remontada local pero el meta Diego Fuoli lo evitó. Los minutos volaban para el equipo de la Plana Baixa.

A pesar de todo, los de Álvarez plantaron cara hasta el final. Mario pudo meter en la eliminatoria al Submarino, pero su remate, previo centro de Quintillà, se marchó al larguero. La suerte era esquiva a los intereses groguets. En la recta final el equipo atacó con más corazón que cabeza, el filial se partió y lo aprovechó el Melilla para sentenciar. Un gran pase de Ruano lo remató a la red Alfonso con una vaselina ante Fuoli. Demasiado castigo.