El Villarreal B volvió a ganar en casa después de dos meses y medio. El rival, el Ejea, planteó un partido valiente, siempre buscando el ataque y eso dio alas a la calidad del filial amarillo. Collado, antes de la media hora, neutralizó el gol inicial de Molina, ya en la segunda mitad, Ramón y Espiau cerraron la remontada.

El partido comenzó animado, con cada equipo buscándole las cosquillas al rival desde los primeros segundos del duelo. Y en ese vaivén de área a área el mejor parado fue el cuadro zaragozano. No pasaba del minuto cuatro cuando un error en la distribución de Ramón lo interceptó Molina para salir como una exhalación directo hacia el área local, y ya en la frontal, conectó un disparó seco para poner el 0-1.

El Ejea planteó un partido de tú a tú, valiente y sin complejos. Precisamente esta propuesta atrevida es la que le dio vida al juego del Villarreal B, pues su habitual juego de toque y despliegue por bandas se vio liberado del usual cerrojazo con cinco defensas que practican los rivales en el Mini Estadi. La recompensa al duelo que se estaba disputando llegó en forma de empate del Mini Submarino.

Reacción y dominio // Collado, en minuto 27, recibió un pase en la frontal y envió un chut potente que sorprendió al arquero visitante. Con la igualada en el luminoso los dos equipos siguieron buscando el área rival, disponiendo de varias ocasiones para volver a adelantarse. De forma tan entretenida se llegó al descanso de mitad del partido.

Con la reanudación no decayó la diversión y ambos equipos siguieron ofreciendo un fútbol atrevido para disfrute de los espectadores. En el minuto 52 Migue, en su enésima progresión por banda derecha, llegó a zona de centro y mandó un pase tenso sobre el punto de penalti donde Ramón empalmó el cuero al fondo de portería visitante.

Pese al juego atrevido del rival el Villarreal B se fue adueñando del partido, aún más cuando el árbitro dejó al Ejea con diez jugadores en el minuto 65. Poco a poco el filial amarillo estuvo más y más cómodo y, ya en el 76, rubricó su dominio con otro gol.

Espiau culminó una contra driblando al portero y marcado escorado, haciendo inútil las estiradas de hasta dos defensas. Ambos equipos dispusieron de ocasiones para mover de nuevo pero el marcador no registró variaciones.