El Villarreal CF echa el cierre con una sonrisa. Atrás han quedado las seis jornadas sin ganar, que alejaron al Submarino de Europa. El empate frente al Atlético puso a los amarillos en el buen camino, rubricado con dos triunfos de pedigrí frente al Sevilla en el Pizjuán (1-2) y ante el Getafe en La Cerámica (2-0). Dos victorias de las llamadas europeas (nervionenses y azulones, en zona Champions antes del arranque de la jornada, compiten en Europa League), justo lo que persigue el Villarreal, que a la vuelta del parón navideño tiene otro examen en San Sebastián.

Los siete puntos que le separaban de Europa después del 0-0 frente al Atlético (ocho en relación a la Champions), cuando el Submarino llegó a caer a la 13ª plaza, se han recortado a una distancia mucho más asumible a una jornada para llegar al ecuador de la competición. Resituado justo en el medio de la clasificación, la desventaja del Submarino respecto al cuarto es de siete puntos, pero con la Europa League es de cinco (con su última víctima, el Getafe) y de seis a una Real Sociedad a la que se enfrenta, en Anoeta, en víspera de Reyes (5 de enero, 14.00 horas).

Lo peor parece haber quedo atrás ya definitivamente. El riesgo, más que de luchar solo permanencia (el colchón siempre ha sido sustancioso, nunca por debajo de los cinco puntos), era de esa desconexión de la zona media, de redefinir los objetivos demasiado pronto. Los amarillos están de nuevo en la pelea, aunque en una situación que, después de seis jornadas sin ganar, todavía no es demasiado boyante, aún lejos de los alrededor de 65 puntos que, generalmente, suelen bastar para competir en Europa.

Y eso que el Villarreal, durante varias jornadas, estuvo llamando a las puertas de Europa --e incluso de puestos de Champions-- pero al término de cada fin de semana, los resultados no le acompañaban. El caso es que los amarillos no ocupan ninguna de las seis primeras plazas desde la conclusión de la temporada 2017/2018, propiciando una última andadura por Europa que tocó a su fin con esa eliminatoria de cuartos de final contra el Valencia.

LA FELICITACIÓN // El pasado sábado, pocos minutos después de que el Villarreal venciera al Getafe con el tanto de Moi Gómez, Fernando Roig bajó al vestuario para brindar, como es lógico, por las navidades, pero también por un feliz y próspero 2020 que, en términos deportivos (y económicos), pasa por competir en Europa. Todavía en los compases iniciales de la Copa del Rey, el foco está centrado en LaLiga.

A continuación, el presidente también brindó con ese otro equipo que también sostiene las aspiraciones europeas del Villarreal, con directivos, trabajadores, empleados... en el restaurante Entrelíneas. Eso sí, el objeto del brindis es el mismo: Europa.