Serio, trabajador, ordenado y muy competitivo. Así se mostró el tercer equipo del Villarreal contra el Orihuela, al que venció en el último instante (2-1).

Los amarillos se impusieron en la primera parte con un gol de Belizón y mucho orden defensivo. En la segunda parte el Orihuela dominó, empatando en el minuto 85 por mediación de Kike. El tanto del triunfo llegó en el 93’, en un córner que remachó el central Maxi.

La primera mitad comenzó igualada, con ambos equipos bien asentados sobre el terreno de juego. Los de Pérez Salvachúa tenían claras sus ideas, siempre fieles a la filosofía del buen trato del balón, sin perder de vista la disciplina. Los alicantinos se mantenían ordenados y no se amilanaron a la hora de disputar la posesión del esférico a los locales. El 1-0 lo firmó Belizón en el minuto 25: recogió un balón suelto en el área, después de unos rebotes, sentó a un defensa con una finta y cruzó a bocajarro, clavando el balón en el fondo de la portería.

La segunda mitad comenzó con los planteamientos similares. El Villarreal C, intenso, no le perdía la cara al partido, gestionando bien sus esfuerzos en todas la líneas de juego. Poco a poco, el Orihuela fue haciéndose el amo y señor del encuentro, cercando a los amarillos, que solo salían al contraataque; aunque si éstos no fructificaban, sabían mantener el control del balón en campo contrario, para darle continuidad al ataque.

La presión del equipo alicantino fue en aumento hasta que, en el 85, un cabezazo de Kike establecía el empate. Los locales encajaron bien el golpe y, en el 93’, en pleno arreón final visitante, el Villarreal C forzó un saque de esquina que botó Javi Jiménez al primer palo, donde peinó Juan Ibiza para la entrada de un Maxi que, libre de marca, fusiló dentro del área pequeña.

Tres importantísimos puntos que se quedan el en Mini Estadi en el tiempo de descuento. H