Empate que sabe a poco. Así se puede resumir el 0-0 que se registró ayer el el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva de Miralcamp. El segundo filial amarillo, pese a generar multitud de ocasiones, no fue capaz de ver puerta y llevarse tres puntos que sí merecía.

Sin embargo, no deja de ser un punto más que suma en la clasificación el Villarreal C, con este los pupilos de Pere Martí ya encadenan seis encuentros consecutivos sin conocer la derrota.

El comienzo del choque fue apasionante. Ambos equipos presionaron en campo contrario. En los primeros cinco minutos los visitantes dieron dos sobresaltos a la valiente afición local que se acercó a la Ciudad Deportiva del Villarreal pese al mal tiempo.

Ya en el minuto cinco, el centrocampista Jack controló un balón en la banda izquierda y centró al corazón del área donde entró Chepe, éste con todo, estrelló el balón contra el pecho del portero rival. Solo un minuto más tarde, de nuevo Chepe remató en el primer palo un centro de Migue desde la derecha.

Dando continuidad al eléctrico inicio del partido, el alto ritmo de juego provocó que el cuero circulara con velocidad entre áreas en gran parte de los primeros cuarenta y cinco minutos. El acierto de cara a portería no hizo aparición en ninguno de los dos bandos. La falta de puntería y el buen hacer, tanto de los defensas como de los porteros, hicieron que el marcador no se moviera durante la primera mitad.

Tras el descanso, el conjunto amarillo salió en tromba a buscar el gol que le diera la victoria asediando el área alicantina y cerrando al Rayo Ibense en su propio campo. Los locales lograron llegar en muchas ocasiones a la portería contraria pero la falta de acierto y el buen trabajo defensivo que se vio en la primera mitad volvió a darse en la segunda parte del choque.

La oportunidad más clara fue del atacante local Dani Villa, que con el minuto 90 prácticamente cumplido, remató un balón de cabeza en el segundo tras una asistencia desde la banda derecha, sin embargo, el delantero estrelló el cuero en la madera. Finalmente, faltó suerte para que los amarillos lograran el triunfo.