El Villarreal C se llevó un encuentro en el que dominó a un ordenado y voluntarioso Almoradí. Los alicantinos se presentaron en el Mini Estadi con la idea de no dejar huecos atrás y hacer daño al contraataque. Sin embargo, cuando los canteranos amarillos tienen la posesión del balón cualquier equipo acaba por sufrir.

El primer tiempo comenzó tranquilo y mantuvo esa dinámica en sus 45 minutos. Los contendientes daban prioridad al orden y el rigor táctico. Apenas un sobresalto en los primeros minutos cuando el árbitro anuló un gol a los locales por claro fuera de juego que ni siquiera protestaron. El esférico se movió en pies del segundo filial del Villarreal, aunque solo en los últimos diez minutos de la primera mitad se volcó realmente sobre el área rival.

Tras la reanudación la intensidad aumentó en los primeros 15 minutos, hasta que el árbitro, permisivo en el primer tiempo, tuvo que mostrar tarjeta al local Darío por protestar una dura entrada por detrás. Transcurrido solo un minuto desde la amonestación, el mismo Darío estrenó el marcador al rematar a bocajarro un centro de Maldo desde la izquierda. El Almoradí intentó reaccionar con dos disparos con cierto peligro, pero si resultado.