El Villarreal afronta mañana uno de esos partidos que nadie se quiere perder, ni dentro del terreno de juego ni, en el caso de los aficionados, en la grada. Será la segunda prueba de fuego de Javier Calleja ante uno de los aspirantes al título cuando comenzó la presente temporada, tras superar con buena nota la visita al Wanda Metropolitano, en el mes de octubre. La dificultad siempre se redobla cuando es el Barcelona el que está enfrente. Y siempre que Lionel Messi está como enemigo dentro del césped.

Parar al astro argentino será uno de los principales objetivos de un Submarino que llega a la cita descansado, una vez que el grupo de teóricos titulares tuvieron día libre el pasado jueves en el último encuentro de la liguilla de la Europa League. Calleja, y menos en casa, ante su público, no tiene pensado renunciar a su filosofía de ser el dominador del juego, por mucho que delante está un Barça que suele subyugar a sus rivales a través del balón.

Tampoco está por la labor el técnico del Villarreal de emular experimentos como el de Pablo Machín, el entrenador del Girona, que puso a Maffeo como sombra del argentino en la visita del Barcelona a Montilivi.

UN RIVAL COMPLICADO / El trabajo grupal de vigilancia sobre el 10 azulgrana siempre ha sido el método elegido por los anteriores entrenadores del Villarreal. Y no les fue del todo mal. El equipo amarillo no es un equipo fácil para el mejor jugador del mundo en la última década, pese a ser el segundo jugador de la Liga, tras Cristiano Ronaldo, que más goles ha marcado al Submarino (11) en la competición de la regularidad. Del grupo de los equipos que ocupan actualmente plaza europea, el amarillo es el equipo ante el que Messi ha tenido mayores dificultades para poner en valor su devastadora eficacia.

El Villarreal ha encajado 11 tantos del argentino en los 16 encuentros ligueros en los que han cruzado sus caminos. Una media que no está nada mal (0,6 goles por partido) pero mucho menos nociva que la que han sufrido el resto de los rivales del Barça en la zona noble de la competición española. Leo Messi ha masacrado, por ejemplo, al Sevilla, con el que sale a una media superior al gol por enfrentamiento con los andaluces (23 dianas en 22 encuentros), no muy lejana a la que La Pulga mantiene con el actual segundo clasificado, el Valencia (21 goles en 23 partidos) y con el Atlético de Madrid (22 en 23 encuentros). Incluso ante el Real Madrid Lionel Messi ha demostrado en la Liga una efectividad mayor que la lograda ante el Submarino.

IRREGULAR EN VILA-REAL / Si el Villarreal es, entre los equipos de la zona alta, el peor rival para Messi, la cosa se complica un poco más para el argentino cuando se trata de visitar el Estadio de la Cerámica. La estrella del Barça ha sido protagonista en 11 jornadas el feudo amarillo y en solo tres de ellas pudo celebrar goles ante los locales, un doblete en la temporada 2009/2010 (1-4), un tanto en la 2013/2014 (2-3, después de autogoles de Gabriel y Musacchio) y otro la pasada campaña, en la que la magia del argentino salió en el último instante para evitar el triunfo del Submarino ante el campeón de Liga. El Villarreal volverá a intentarlo mañana.