El Villarreal acaba un año en el que ha conseguido prácticamente todos los objetivos planteados, con el único punto negro de la eliminación de la previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco, una cita, la del pasado mes de agosto, que estaba marcada de forma especial en el calendario de la entidad que preside Fernando Roig como la del momento de regresar a la máxima competición continental después de cinco años de ausencia. Marcelino García Toral fue el encargado de dirigir al Submarino hacia esa posibilidad, mientras que Fran Escribá, su relevo, era el hombre destinado a ejecutar esa deseada vuelta a la Champions League, un objetivo que se frustró por la marejada vivida por la destitución del asturiano y la plaga de bajas que asoló al equipo en un momento clave.

IGUALDAD / Los dos entrenadores se han repartido a partes casi iguales los logros del equipo groguet en los últimos 12 meses. Marcelino estuvo al frente en los 31 encuentros que separaron el reinicio de la competición oficial el pasado 3 de enero hasta el final de la Liga, el 15 de mayo, mientras que Escribá cogió el relevo desde el primer partido oficial de la temporada en curso hasta el pasado martes, cuando el Submarino cerró el año con un empate en Copa ante el Toledo para certificar su presencia en los octavos de final. En el momento de hacer balance del 2016, las estadísticas que han dejado ambos técnicos están marcadas por una tremenda igualdad. Pese al complicado inicio y la precipitada toma de posesión del valenciano, la etapa de Fran Escribá en el banquillo amarillo ha marcado una línea de continuidad con los buenos resultados obtenidos por el asturiano en la primera parte del año. Incluso, Escribá ha mejorado ligeramente el balance de partidos ganados y perdidos del equipo. Mientras Marcelino ganó en la primera mitad del 2016 el 42% de los encuentros, Fran Escribá ha incrementado al 42,4% el porcentaje de victorias, amparado en el espectacular cierre del año en la Liga, con dos marcadores incontestables ante uno de los grandes de la Liga, el Atlético de Madrid, y contra el Sporting.

POCAS DERROTAS / También en el apartado de derrotas concedidas los números de Escribá superan a los de su antecesor en el cargo. El actual Villarreal solo ha perdido el 23% de sus encuentros oficiales (seis de 26 enfrentamientos oficiales), mientras que el equipo dirigido por el entrenador asturiano cedió un 29% de sus partidos desde enero a mayo de este año, eso sí, dejándose llevar en el tramo final de la pasada Liga —derrotas contra el Deportivo y el polémico 2-0 en el Molinón— cuando ya había conseguido matemáticamente asegurar la cuarta posición dando un golpe de efecto en Mestalla. Los números globales del Villarreal en este 2016 prácticamente coinciden con los marcados por cada uno de los dos entrenadores en sus respectivas etapas.

27 JORNADAS ARRIBA / Otro de los datos que destaca en el fenomenal año de los amarillos es su presencia habitual en la zona de Champions en la Liga. En la segunda parte de la pasada temporada, el Villarreal de Marcelino fue capaz de mantenerse durante todas las jornadas en la cuarta plaza, solo superado por Barcelona, Madrid y Atlético y manteniendo con firmeza su ventaja ante la amenaza del Athletic de Bilbao y el Celta, los otros dos equipos que acabaron en posiciones europeas. Al Submarino de Escribá le costó más alcanzar esa regularidad y tuvieron que pasar cuatro jornadas para situarse entre los seis primeros, de donde ya no se ha movido.

El actual Villarreal tuvo su pico álgido en la Liga con la tercera plaza alcanzada tras derrotar al Betis en el campo del Madrigal en la 11ª jornada y ha estado en seis fechas entre los cuatro mejores de la competición de la regularidad. En total, de las 37 jornadas disputadas por el equipo amarillo en la Liga durante este año 2016, en 27 de ellas el Submarino se ha movido por la zona de plaza de Champions.